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Retratos de Azeroth: Maiev Cantosombrío (Parte 1)

 

Si los Vigías son infames entre los elfos de la noche, Maiev Cantosombrío es una leyenda entre ellos. Famosa por su extraordinaria habilidad para capturar cualquier tipo de enemigo, siguió el rastro de Illidan Tempestira, el Traidor, hasta el Templo Oscuro, en Terrallende. Tras la derrota de Illidan, Maiev apresó a los seguidores que sobrevivieron, los Illidari, y juró que nunca permitiría que los vilificados cazadores de demonios volvieran a campar a sus anchas. (Parte I).

Los orígenes de la celadora

Una noche, en la gran ciudad de Suramar, nació en una familia noble una Kaldorei, a la que sus padres apedillaron Maiev. Los parientes que se encontró al nacer fueron varias hermanas y un sólo hermano.

Durante su infancia se sintió atraída a servir a la diosa Elune, a la que su pueblo adoraba, y que según las leyendas dormitaba durante el día en el fondo del gran lago (aquel gran lago era el que a día de hoy se recuerda como «El pozo de la Eternidad»). Tras varios siglos, Maiev y su único hermano varón llegaron a altos puestos en la sociedad de los Kaldorei. Jarod, que así era como se llamaba su hermano, llegó al puesto de capitán de la guardia de Suramar. Ella por contrario se unió a la orden de «Las hermanas de Elune».

Suramar City

La Guerra de los ancestros

the_night_elf_priestess_by_gerberamfMaiev estaba en el templo de Hajiri antes de que comenzase aquella guerra. Como el resto de sus familiares, Maiev se enfrentó con garras y dientes contra la Legión, obteniendo como resultado ver como toda su familia fue masacrada por demonios y esbirros de esta organización.

Cuando la orden a la que pertenecía Maiev propuso la posibilidad que Tyrande Susurravientos fuese la próxima suma sacerdotisa, ésta se mostró muy molesta y a la vez ofendida de que ella no hubiese sido la escogida, lo que provocó que intentase destacar entre sus compañeras. Cuando la líder de las Hermanas de Elune murió, para sorpresa de todos, los esfuerzos de Maiev dieron fruto y fue elegida como nueva Suma Sacerdotisa, lo cual le permitió reunirse con su hermano Jarod, a quien no veía por la Gran Guerra que se estaba llevando a cabo.

Poco después de su ascensión a dicho cargo, se le cedió el cargo de líder de la resistencia Kaldorei a Desdel Stareye (quien en castellano sería algo así como «Desdel Ojo de estrella»). Maiev, al conocer dicha noticia se opuso totalmente, y no por miedo a dividir a las tropas. Esta nueva suma sacerdotisa intentó apremiar a su hermano para que hiciera algo, pero este se negó rotundamente a las palabras de su hermana.

Cuando Desdel falleció en batalla Jarod lo sustituyó y a Maiev, le faltó tiempo para decir «Te lo dije». Tras estos hechos Maiev renunció a su cargo sin estar a favor de que este fuera relegado en Tyrande Susurravientos.

 

El fin del Gran Cataclismo

MaievShadowsongSamwise.jpgTras sobrevivir al catastrófico Cataclismo, Maiev se concienció a si misma de lo peligrosamente poderosa que podía llegar a ser la magia arcana. La gota que hizo que su paciencia desapareciese fue enterarse de que Illidan Tempestira atacó a su hermano al descubrirle creando un segundo pozo de la eternidad en la cima del Monte Hyjal.

Los ahora Elfos de la noche, fueron sin dudarlo a apresarle. Durante su captura Illidan mostró resistencia y por causa de esto, casi mueren Dath’Remar Caminante del Sol y Jarod. juegos online. Si Shandris Plumaluna, la esposa de Dath’Remar y Tyrande no se hubiesen arriesgado, Azeroth estaría muy cambiado a día de hoy.

Cuando Maiev vio a Illidan se dispuso a matarlo con sus propias manos, y cerca estuvo, de no ser que Tyrande le recordase que Jarod aún se mantenía vivo. Tras un pequeño juicio, Jarod le otorgó poderes a Malfurion para que decidiese el futuro del traidor. Este, muy dolorido le condenó a pasar toda la eternidad encerrado en una prisión subterránea bajo Hyjal.

 

La Vigilante y la huida de la presa

Malfurion e IllidanMaiev no se contentó del todo con la condena de Malfurion hacia su hermano, por lo que se presentó como voluntaria para vigilar a IllidanMalfurion, a quien le pareció una buena idea, le pidió a la ex-suma sacerdotisa que buscase algunas voluntarias de la orden de «Las hermanas de Elune» y, obediente, al poco tiempo se fundó la organización de «Las Vigilantes» cuyo máximo cargo era el de Guardiana y lo ostentaba Maiev. La organización siguió creciendo, y empezó a encargarse de atrapar y encarcelar a los criminales más peligrosos existentes.

Poco tiempo antes de la Tercera Guerra, la Guardiana volvía de una operación, cuál fue su sorpresa cuando vio que Illidan había escapado y gran parte de sus vigilantes habían sido asesinadas. Tras una intensa pero rápida investigación, salió a la luz que Tyrande y sus centinelas habían irrumpido por la fuerza en la sede de la organización matando a las vigilantes que allí se encontraban y liberando a Illidan. Reunió a las vigilantes supervivientes y se lanzó en la busca de Illidan.

maiev_shadowsong_by_r_12artwork-d7cwe68Junto con Naisha recorrió gran parte de Kalimdor, donde empezó a encontrarse a ciudadanos mutilados y aldeas pesqueras destrozadas, aparte de pruebas que demostraban que el traidor se había aliado con los Naga. Cuando llegaron al puerto de Nendis descubrieron a Illidan huyendo mar adentro, ellas le siguieron y para su sorpresa, este, se detuvo en las Islas Abruptas donde se encontraban los restos de Suramar.

Tras entrar entre tanto escombro, Maiev y su lugarteniente, encontraron a Drak’Thul, un antiguo orco discípulo de Gul’dan, que fue responsable de que estas hubiesen emergido, ya que Illidan esperaba encontrar en la tumba del Titan caído un artefacto muy poderoso llamado «El ojo de Sargeras». Las celadoras temieron que ese artefacto fuese tan poderoso para que Illidan se interesase por él y acabase creando otro Cataclismo en Azeroth.

Illidan que todavía recordaba sus 10 mil años de reclusión se alegró al ver a Maiev allí, ya que si todo salía según lo planeado, los restos del templo se le vendrían encima a la Vigilante. El ojo de Sargeras, bajo todo el poder que poseía volvió a sumergir la tumba, lo que provocó que ese templo fuese una trampa mortal para las celadoras. Maiev, gracias a un hechizo de teletransportación se pudo salvar, pero sus compañeras no tuvieron la misma suerte, y murieron aplastadas.

 

Una situación… incómoda

TyrandeMaiev, al salir del templo, vio como las celadoras que se habían quedado fuera, estaban siendo atacadas por una oleada de nagas, mandadas por Lady Serpentra. La vigilante pidió ayuda a Tyrande y Malfurion, quienes no tardaron en llegar. Los roces con la ahora suma sacerdotisa se mantenían, y tras varias peleas que tuvo que calmar Malfurion, se dispusieron a atacar y derrotar a Lady Serpentra.

Siguiendo la pista de Illidan llegaron hasta Bosque de Argenteos, donde Malfurion dejó a las dos elfas solas para poder entrar en comunión con el bosque. Cuando ambas Kaldoreis continuaron su busqueda, se toparon con el príncipe Kael’thas Caminante del Sol, quien les ofreció su ayuda si le ayudaban a llegar a Aldea Piroleña. Maiev al ver que Tyrande aceptaba, gruñó, pero no objetó nada más.

En el camino hacia aquel pueblo, fueron atacados por no-muertos, Tyrande hizo que la celadora y el príncipe pasasen por un puente, cuando estos habían pasado, ella se colocó en medio de este, y con la ayuda de Elune lanzó una lluvia de estrellas contra los seres de la plaga. El puente no resistió y la sacerdotisa cayó al agua y fue arrastrada por la corriente. Kael’thas se disponía a ayudarla, hasta que Maiev le detuvo diciéndole que no había tiempo por ello. Tras acabar de escoltar la caravana del príncipe le exigió que le ayudase a encontrar al prisionero en las ruinas de Dalaran…

 

 

Written by Themn Notalari

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