Kilrogg «Mortojo» fue el jefe del clan orco Foso Sangrante. Se apellido a si mismo por que se arrancó el ojo al ver una visión de su propia muerte, como un acto simbólico.
Historia.
Cuando Gul’dan le ofreció a los clanes orcos de Draenor la sangre del demonio Mannoroth, Kilrogg fue uno de los primeros en aceptarla sin dudar. La oferta de un poder y fuerza ilimitados era demasiado tentadora para él, por lo que bebió la sangre del demonio y paso a ser un orco lleno de una fuerza propia de los demonios.
Con los años, Kilrogg fue adquiriendo experiencia en la vida y una cierta perspectiva para el combate, aprendió a no lanzar a sus tropas en medio de la batalla que estaría perdida. Sin embargo, los jóvenes de entre su raza no comprendieron esta actitud y empezaron a conspirar contra él. Kilrogg no iba a permitir que otros le usurpasen lo que le pertenecía por derecho, así que, fue «acallando» a todos los que se le oponían y así poco antes de la invasión de Ventormenta, 3 de sus hijos y sus 2 nietos habían sido asesinados porque creían que podrían liderar al clan mejor que él.
En uno de los asaltos al reino humano de Ventormenta, su clan participó de una manera bastante considerable en el conflicto contra los humanos al mismo tiempo que los apoyaba el Martillo Crepuscular y Cho’gall. El balance del ataque fue nefasto para los orcos con muchas bajas y con Kilrogg y Cho’gall peleándose y echándose la culpa el uno al otro.
Kilrogg obedeció al Jefe de Guerra, Puño Negro, y a su sucesor, Orgrim Martillo Maldito fielmente. Durante la Segunda Guerra, su clan permaneció en Khaz Modan, desde donde podían controlar las bases mineras y las refinerías de la Horda en Azeroth. Cuando se descubrió que Gul’dan los había traicionado a todos, Kilrogg fue uno de los pocos orcos que estaba de acuerdo con que había que matarlo por lo que había hecho. Por lo que Martillo Maldito envió a unos cuantos orcos en su búsqueda para limpiar el honor que Gul’dan les había arrebatado a los orcos.
Finalmente, la Alianza consiguió que la Horda se fuera replegando más y más hacia el sur, hasta llegar al mismísimo Portal Oscuro, a pesar de que Kilrogg no quería retirarse al igual que tampoco quería sentir que los humanos habían ganado la guerra, tuvo que volver a Draenor junto a una parte de su clan y a los orcos que habían logrado escapar.
Pasaron unos años con el portal cerrado y sin noticias de Azeroth, hasta que un día apareció Teron Sanguino en Draenor, tras reabrir el portal y reunificar a la Horda bajo el mando de Ner’zhul. Gracias a las experiencias vividas por Kilrogg en Azeroth, Ner’zhul pudo idea un plan para su siguiente movimiento en Azeroth. Grommash, Kargath y él decidieron ir en busca de una serie de artefactos que les permitirían tener una ventaja bastante importante en el campo de batalla, por lo que viajaron allí en su búsqueda.
A su vuelta de Azeroth con ellos, de camino al Templo Oscuro para comenzar los preparativos necesarios pasaron junto a las ruinas de Auchindoun, la antigua necrópolis draenei. Cuando Kilrogg sintió que algo importante estaba a punto de pasar allí.
Posibles destinos de Kilrogg.
A pesar de todo, no se conoce del todo cual fue el destino del orco, aunque hay unas cuantas teorías que son las mas apoyadas.
- La primera de ellas esque se encontró en Auchindoun a Danath Aterratrols. En un duelo ambos lucharon ferozmente, pero Kilrogg acabó cayendo en combate cuando Danath le atravesó la garganta con su arma y su cuerpo inmóvil cayó al suelo.
- La segunda consiste en que murió frente al Portal Oscuro a manos del archimado Khadgar, aunque su cuerpo no fue encontrado por lo que a ésta teoría también le hacen falta más datos.
- Y finalmente, también es posible que los humanos lo hubiesen apresado y llevado a los campos de internamiento junto a muchos otros orcos que sufrieron ese destino, como por ejemplo Thrall. Aunque ésta es la menos probable de todas ya que habría aparecido en el juego en algún momento u otro cosa que no ha sucedido.