“Hace más de mil años, el poderoso imperio Gurubashi fue devastado por una brutal guerra civil que inició cuando los Atal’ai, un influyente grupo de sacerdotes trol, intentaron resucitar a Hakkar el Desollador de Almas; un ancestral dios de la sangre. Aunque los sacerdotes fueron derrotados y exiliados, el gran imperio trol se colapsó sobre sí mismo. Los sacerdotes huyeron hacia el norte, al Pantano de las Penas. Ahí erigieron un gran templo en honor de Hakkar, donde podrían prepararse para su llegada al mundo físico”.
Historia
La tribu Gurusbashi estaba muy debilitada por acontecimientos que ocurrieron a raíz del colapso del Pozo de la Eternidad, por lo que aquella parte de la tribu Gurubashi que sobrevivió luchó por mantenerse unida y recuperar la gloria que una vez había conocido. Para ello y como medida desesperada, varios Altos Sacerdotes trols de la tribu intentaron invocar a varios dioses. Solamente uno de ellos respondió a la llamada: Hakkar el Segador de Almas.
Con su invocación los trols recibieron de nuevo el poder y la gloria que todo el imperio Gurubashi reclamaba, pero a cambio Hakkar pedía varios sacrificios a su nombre para mantenerse vivo. A pesar de los incontables sacrificios que se llevaron a cabo, el dios Hakkar no se sentía totalmente satisfecho, por lo que imploró a varios de sus sacerdotes ahora conocidos como los Hakkari que buscaran un método para traerlo al mundo físico, conocidos a su vez todos los fieles al dios Hakkar como los Atal’ai.
Es aquí donde comenzó todo el caos. Los Hakkari que no estaban dispuestos a invocar a su dios Hakkar entraron en guerra contra todos los fieles Atal’ai, intentando destruir el propio avatar de Hakkar. Finalmente los Atal’ai fueron derrotados y todos los supervivientes huyeron hacia el Pantano de las Penas para construir un templo dedicado a Hakkar, originándose así el Templo Sumergido.
Finalmente en este templo se procedió a otra invocación para revivir a Hakkar, pero la Dragón Aspecto Ysera descubrió el plan, destruyendo por completo el templo y hundiéndolo en las marismas del pantano, originándose de esta forma el nombre de la mazmorra. Ysera destinó a su consorte Eranikus y a varios de sus súbditos a custodiar el templo para que los trols allí presentes no tratasen de traer de vuelta al mundo físico a su dios Hakkar, pero estos dragones rápidamente fueron corrompidos por los poderes oscuros que allí habitan.
Ésta es la razón por la que los héroes de la Horda y de la Alianza nos adentramos al Templo Sumergido, la misión consiste en acabar de una vez por todas con la magia oscura que están practicando los Atal’ai en el templo, acabar con el avatar de su dios y liberar los actos corruptos que allí se están practicando.
Jefes
- Avatar de Hakkar. Hakkar es el dios al que los Atal’ai alimentaban con toda la sangre de los sacrificios que se realizaban. Actualmente en el Templo Sumergido los sacerdotes tratan de realizar un ritual para revivir su avatar, y para ello utilizan a los dragones verdes como alimento. Posiblemente su el ritual finaliza con éxito el final de Azeroth podría estar cerca. Léase la especulación de este ártículo.
- Jammal ‘an el Profeta. Los Atal’ai son los trols fieles a su Dios Hakkar, y el Profeta Jammal’an es el líder de todos estos fieles.
- Dragonkin. Un grupo de cuatro dragones pertenecientes al Vuelo Verde acompañaron a Eranikus al Templo Sumergido para custodiarlo de toda la magia oscura que allí se realiza. Por desgracia han caído en corrupción y es por ello por lo que nos lo encontramos vagabundeando por la mazmorra.
- Morphaz.
- Sastrón.
- Segasueños.
- Hazzas.
- Sombra de Eranikus. Este jefe es el antiguo consorte de Ysera la Soñadora y el encargado de custodiar toda la práctica oscura que se realiza en el Templo Sumergido. Actualmente se encuentra totalmente corrompido.
Especulación
¿Qué conexión tiene exactamente Hakkar con el Sueño Esmeralda? ¿Es posible que este dios tenga alguna relación con los Dioses Antiguos de Azeroth?
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