A vísperas de adentrarnos en el antiguo Draenor, sería conveniente informarnos de antemano de algunos puntos importantes para disfrutar mejor de la esencia de Warcraft; uno ellos es conocer personajes importantes que encontraremos en la tierra natal de los orcos.
Os traemos en esta ocasión al líder más famoso: Durotan del Clan Lobo Gélido, padre del anterior Jefe de Guerra de la Horda Thrall.
Inicio y primeras amistades
Durotan nació en el seno del Clan Lobo Gélido siendo el hijo de Garad (por aquel entonces Jefe del Clan) antes de que estallara la Primera Guerra. Siendo aún muy joven, acompañó a su padre al festival Kosh’harg que se celebraba en Nagrand; allí conoció a un joven orco del Clan Roca Negra llamado Orgrim Martillo Maldito con el que trabó una profunda amistad a pesar de que eran de clanes diferentes.
Unos pocos días después de volver del festival, Durotan se cruzó con una joven orco de aspecto débil llamada Draka que pertenecía a su clan. Fue un amor a primera vista. Durotan se le declaró en numerosas ocasiones y la invitó cuando no caía enferma a partidas de caza a pesar de que ella le rechazaba. Pero parece ser que el roce hizo el cariño porque al final la orco, que fue madurando y acabó siendo una gran guerrera, aceptó a Durotan como su esposo.
Durotan fue enviado a la montaña mística Oshu’gun, (la gran piedra blanca que podemos encontrar aún en el Nagrand actual) para comprobar si era un chamán. Podía sentir a los espíritus, pero no verlos, por lo que no había nacido para convertirse en un aliado de los elementos.
Durotan y Orgrim siempre estaban compitiendo para demostrar quién era el mejor de los dos, pero siempre como amigos. Mientras estaban realizando otro de sus desafíos en el bosque de Terokkar, un ogro los atacó y casi acaba con sus vidas. Fueron salvados por la intervención de un grupo de cazadores draeneis de Telmor que vigilaban los alrededores.
Restalaan, el líder del escuadrón draenei informó a los jóvenes orcos que su líder, Velen el Profeta, estaba de visita en su pueblo y que los había invitado a cenar. A pesar de desconfiar en un principio de esos seres, ambos accedieron y se reunieron con el líder Draenei con el cual pasaron una velada contando historias de sus respectivos pueblos. Cuando ambos orcos volvieron, Durotan le comentó a Garad que su amigo Rocanegra y él habían aprendido más que su propio clan en más de cientos de años.
El alzamiento de un nuevo líder y la Primera Horda
Años después, en una de las innumerables batallas que los orcos libraban contra los ogros, Garad cayó en combate. Entonces fue Durotan quien, por derecho hereditario, asumió el liderazgo del Clan Lobo Gélido.
Poco después y a cientos de kilómetros, el chamán y líder del Clan Somblarula, Ner’zhul tuvo una visión de unos supuestos ancestros que le advirtieron que los draenei eran sus enemigos y que conspiraban contra los orcos. De inmediato, el viejo chamán envió mensajeros a todos los clanes orcos para que se reunieran lo antes posible.
Lo que Ner’zhul no sabía es que esos ancestros a los que había escuchado no eran verdaderos: se trataban de una vil estratagema de Kil’jaeden, uno de los jefes de la Legión Ardiente bajo la poderosa mano del Titán Sargeras, con el objetivo de destruir a los draenei por no compartir el regalo de Sargeras.Tras la reunión de los líderes orcos, la guerra contra los draeneis empezó.
En un momento de tregua que fue solicitada por los draeneis, Ner’zhul envió a Durotan a encontrarse con un grupo de draenei liderados por Velen camino a la montaña mística Oshu’gun. Velen habló por todos los draeneis e intentó explicar la verdad de Oshu’gun, pero los orcos se negaron a escucharle, especialmente Drek’thar, el chamán de los Lobo Gélido, quién insultó a Velen espetándole mentiroso y manipulador e inició una pelea. De todas maneras, Durotan decidió dejarlos marchar, ignorando la orden de Ner’zhul de atraparlos con vida.
Tras unos meses y en plena batalla contra los draenei, Drek’thar sintió que los espíritus y elementos de la naturalez les estaban abandonando; entonces casi fueron vencidos por las fuerzas de Restalaan. Durotan contempló esto como una señal de que estaba ocurriendo algo extraño, ya que los elementos no habían respondido al considerar esa guerra como un error. Aquí es donde entra, para marcarse un hueco en la historia de los orcos, Gul’dan, el aprendiz de Ner’zhul. Gul’dan era justamente lo contrario que su mentor: era un ser manipulador que solo pensaba en sí mismo y fue quien implantó la brujería dentro de los orcos en sustitución al chamanismo. Durotan permitió a Drek’thar y el resto de chamanes de su clan a abandonar el chamanismo y unirse a la brujería.
Gracias a la manipulación de Gul’dan, los orcos fundaron la Primera Horda y se reunieron jefes de los distintos clanes para disputarse el rango de Jefe de Guerra. De todas maneras, el favorito para postular el título honorífico era Puño Negro, líder del Clan Roca Negra. Sin embargo… nadie sabía que Puño Negro era un simple títere del brujo Gul’dan.