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Retratos de Azeroth: Anduin Wrynn (Parte 2)

Anduin Wrynn, hijo del Rey Varian Wyrnn y de la Reina Tiffin Ellerian, príncipe heredero del trono real de Ventormenta y sacerdote instruido para seguir el camino de la luz. Anduin comprende y empatiza con su pueblo y está a favor de la paz entre todas las razas de Azeroth. Su sabiduría y su sentido de la justicia serán un elemento clave para evitar el conflicto entre la Alianza y la Horda y por tanto para proteger Azeroth de la oscuridad que se avecina. (Parte II).

Parte I – Parte II – Parte III – Parte IV

El deber de un príncipe

Anduin durante varios años fue creciendo y aprendiendo cómo funcionaba el mundo a su alrededor, mostraba respeto a todos los seres y desarrolló unos ideales pacifistas. A Anduin le gustaba reunirse en Theramore con Jaina Valiente, a la cual llamaba «Tía Jaina», aunque no tuviesen ningún parentesco familiar. El joven príncipe admiraba los ideales pacifistas de Jaina, y la tomaba como un modelo a seguir. Anduin y Jaina hablaban de la situación política del reino, de pequeños cotilleos y de deseos de alcanzar la paz. En una de las ocasiones, al volver a Ventormenta, Anduin habló con su padre durante la cena sobre lo que había aprendido con Jaina aquel día. A Varian le pareció bien que Anduin se reuniese con la poderosa maga, ya que la tenía en alta estima, sin embargo le propuso pasar un tiempo en Forjaz en compañía de Magni Barbabronce, con quien Varian esperaba que Anduin endureciese su carácter. A Anduin le pareció buena idea y aceptó gustosamente.

Anduin llegó dos semanas después a Forjaz, fue recibido por Magni Barbaronce, quien le ofreció un cómodo alojamiento en la ciudad y le asignó una enana guardaespaldas llamada Aerin con la quien entrenaría el combate. En otro momento Anduin se encontró con el Sumo Sacerdote Rohnan, en la Sala de los Misterios, este le habló de la luz y de su protección. A Anduin esto le hizo pensar que realmente la Luz era algo a lo que le gustaría dedicarse, ser un sacerdote que ayudase a los demás, sin embargo su padre esperaba de él que fuese un gran guerrero y se guiase por el camino de la espada.

Tiempo después, Anduin se dirigía a Kharanos junto a Aerin, donde un terremoto había atrapado bajo la nieve a mucha gente, al llegar intentaron ayudar en lo que un posible a desenterrar a las víctimas de aquel terremoto. Por desgracia, durante la labor del rescate, otra terrible sacudida dejó enterados a más enanos, entre ellos, a Aerin. Anduin desesperado y sollozando intentó salvarla en vano, pero cayó, rendido del agotamiento y con el alma destrozada ante los escombros que sepultaban a su guardaespaldas y amiga, a la que había cogido tanto aprecio.

Anduin, una vez en Forjaz, de encontró muy afligido por la muerte de Aerlin, más tarde fue llamado a cenar por el rey Magni. Durante la cena, este le confesó que Aerlin había notado esfuerzo en Anduin durante los entrenamientos, pero que puede que realmente su camino no fuese el de ser guerrero, sino el camino de a lo que realmente estaba destinado, Anduin sabía en el fondo a que se refería Magni. Después de cenar, este le entregó una maza muy hermosa y elegante llamada Rompemiedos. Esta arma era muy antigua y tenía un valor especial para Magni, Anduin aceptó con gratitud aquel regalo pero se preguntó si realmente el arma estaría destinada a él.

A la mañana siguiente, Anduin se preparó para un ritual que el rey Magni iba a realizar para ponerse en contacto con la tierra y averiguar la razón de tantos desastres naturales. El ritual se llevó a cabo en las profundidades de Forjaz, al principio pareció que todo marchaba según lo planeado, pero después todos los asistentes contemplaron horrorizados como el Rey Magni Barbaronce se convertía en diamante, «Uno con la montaña…» Decían las palabras finales de el ritual. Anduin lo entendió de golpe mientras sin poder creérselo aún, sollozaba contemplando a quien antes había sido el rey de Forjaz.

 

Derecho legítimo al trono

Tiempo después de lo sucedido, Anduin se encontró con que líderes y emisarios tanto de la Alianza como de la Horda habían venido a presentar sus respetos por la muerte de Magni. Después de aquello, Anduin volvió a Ventormenta junto a su padre,  pero semanas después Varian le insistió en que volviera a Forjaz para prestar su ayuda en lo posible y para dar a entender el apoyo que daban a los enanos. Sin embargo Anduin al volver de encontró con que Moira Barbabronce, la hija de Magni y por tanto legítima reina de Forjaz, estaba sentada en el trono. Moira era la reina de los enanos hierro negro y había oído los rumores de la muerte de su padre, así que había aprovechado para reclamar el trono, Anduin aunque no vió con buenos ojos lo que había sucedido, decidió volver a Ventormenta, ya que Forjaz había recuperado el heredero legítimo del trono. Sin embargo Moira tenía un especial interés en Anduin y decidió que se quedaría por un tiempo. Más tarde, Anduin descubrió que Moira había ordenado aislar completamente Forjaz y sus enanos hierro negro habían ocupado la ciudad, lo cual le inquietó mucho más. Anduin decidió que debía escapar de Forjaz y contarle a alguien que estaba sucediendo en la ciudad. Usó la piedra de hogar que tiempo atrás le había dado Jaina para que volviese a Theramore, sin embargo para sorpresa de Anduin, al aparecer en aquella habitación Jaina se encontraba dialogando con Baine Pezuña de Sangre.

Tanto Anduin como Baine se sorprendieron de verse y al principio Baine desconfió del joven príncipe. Baine había recurrido a Jaina ya que su pueblo se encontraba en una grave situación, Cairne Pezuña de Sangre, el padre de Baine y líder de su pueblo, había muerto enfrentándose a Garrosh Grito Infernal en un mak’ghora, y ahora Magatha y la tribu Tótem Siniestro habían invadido Cima de Trueno. Anduin también les contó lo sucedido en Forjaz y los planes de Moira de convertirse en emperatriz. Anduin, ante la situación de Baine, decidió regalarle a Rompemiedos, ya que pensó que realmente era Baine quien estaba destinado a portarla. 

La decisión del pueblo

En otro momento, Anduin habló con Jaina y descubrió que su padre junto con el IV:7 se dirigían en esos momentos hacia Forjaz por el tranvía subterráneo con la intención de matar a Moira Barbabronce y liberar Forjaz de su tiranía. Anduin tuvo claro que debía impedirlo, ya que tal acto originaria una guerra civil entre clanes enanos.

Después de convencer a la maga de que debía detener a su padre, viajó a Forjaz gracias a un portal que le abrió Jaina. Anduin llegó justo a tiempo de detener a su padre antes de que degollara a Moira delante de los habitantes de Forjaz, Anduin insistió en que Moira era la heredera legítima de Forjaz y por tanto le correspondía a su pueblo decidir qué hacer con ella. Varian después de meditarlo soltó a la reina de los hierro negro pero seguidamente dijo que Forjaz debía ser gobernado por un representante de cada clan enano, se creó entonces el Consejo de los Tres Martillos. Varian fue a abrazar a su hijo y la muchedumbre de Forjaz vitoreó entusiasmada la decisión del rey. Anduin se sintió orgulloso de su padre, y juntos regresaron a Ventormenta.

 

 

Written by Poxselis

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