Aquí os presentamos lo que será la primera de tres partes sobre la historia del Lore 5.2, en la que los jugadores podrán unirse en la batalla contra el recientemente resucitado Emperador Lei Shen, llamado el Rey del Trueno. Con ayuda de estos textos, explicaremos el trasfondo que se oculta a lo largo de la historia del Imperio Mogu y la repercusión sobre Pandaria. Gracias a los textos encontrados de una gran cantidad de misiones, libros y artefactos podemos iniciar una vuelta atras hacia los inicios de Pandaria, y entrelazarlo en tres partes: Historia de Pandaria, el Imperio Mogu, y Lei Shen.
El Sha
Para tener un correcto inicio de la historia de Pandaria, nos remontaremos más de 12000 años atrás en el tiempo. En la época antigua, Azeroth era un mundo primitivo lleno de formas elementales hostiles que servían a los Dioses Antiguos: C’Thun, Yogg-Saron, N’Zoth e Y’Shaarj de los conocidos. Cuando los Titanes llegaron al mundo con el fin de poner orden en él, se desembocó una terrible guerra entre los Titanes y Tenientes Elementales de los Dioses Antiguos: Ragnaros el Señor del Fuego, Therazane la Madre Pétrea, Al’Akir el Señor del Viento y Neptulon el Cazamareas. Tras la victoria de los Titanes, arremetieron contras los Dioses Antiguos. Es en este punto, tras la muerte de Y’Shaarj donde comienza esta historia.
La consecuencia de la muerte de Y’Shaarj dió como resultado que con su último aliento, maldijera Pandaria, infestándola de «sombras de su anterior yo», conocidas como los sha. Son los mántides los que aun creen que Y’Shaarj volverá algún día y podrán aliarse con él. En uno de los diálogos con Kil’ruk el Atracavientos podemos leer:
Los mántides somos una raza antigua. Los pandaren con los que tratas no son más que niños. Tienen su propia misión.
Cada ciclo, nuestros jóvenes arrasan sus murallas. Los pandaren matan a los débiles. Los fuerten regresan. Antes de que comenzara nuestra historia, el imperio era extenso. Compartíamos el mundo con nuestros reinos gemelos: Ahn’Qiraj y Azjol-Nerub. El Antiguo, era magnífico y su ira terrible. Consumia la esperanza y sembraba el desaliento. Respiraba valor y exhalaba miedo. Te lo cuento porque te has ganado esta advertencia. Si los Antiguos vuelven algún día, los mántides volveremos a servirlos. Eso es todo lo que necesitas saber. Ven, toma tu recompensa, y recuerda lo que has aprendido hoy. |
El Imperio Mogu
Siguiendo la historia, antes del Gran Cataclismo (cuando implosionó el Pozo de la Eternidad debido a la Guerra de los Ancestros), solo había un continente en Azeroth, llamado Kalimdor. Tas la catastrófica explosión, el 80% de la masa de tierra fue destruida, creando nuevos continentes e islas que son conocidas hoy como Rasganorte, Kezan, Pandaria, los Reinos del Este, y el remanente conocido aún como Kalimdor. Ahora nos remontamos a 12000 años atrás, 2000 años antes del Gran Cataclismo, cuando la tierra hoy conocida como Pandaria no siempre llevó el nombre del pueblo pandaren.
En épocas pasadas, los mogu la dominaban con un vasto imperio. Dueños de un tamaño y una fuerza inmensa, construyeron un imperio basado en el poder del más fuerte, donde los débiles estaban subyugados, y los fuertes ascendian al poder. Imponentes monumentos de piedra y titánicas máquinas de asedio demostraban el poder de los mogu al resto de la tierra. Usaban su fuerza con el resto de los habitantes de Pandaria, moldeaban a su antojo la carne del mismo modo que lo hacían con la roca. Sin embargo, los mogu fueron derrocados en una revolución desesperada por los pueblos de Pandaria. Toda esta historia la comentaremos en la siguiente parte de este artículo del Lore.
Shao Hao
Ahora pasamos a 10000 años atrás. El día en en el que Shao Hao fue coronado como Emperador de Pandaria, siguiendo la tradicción de todos los emperadores que le habían precedido pidiendo consejo al gran orador del agua de los jinyu. El orador del agua escuchó la canción del gran río, pero sus ojos se llenaron de terror, pues vió ante una nefasta profecía. Un reino de hechiceros alrededor de un gran pozo convocando a un ejército de demonios, una lluvia de fuego verde que caía del cielo y todos los continentes del mundo destrozados.
Desolado y sin esperanza, el último emperador ascendió la escarpada pendiente del Monte Nieverest. El frío le helaba los huesos a través de su túnica y el viento cortante dificultaba su viaje. Solo en la cima de la montaña el emperador encontró la paz y la tranquilidad, y allí habló con el Dragón de Jade, el espíritu de la sabiduría. El Dragón de Jade animó a Shaohao a despojarse de sus cargas, purificar su espíritu y fusionarse con la tierra. El emperador escuchó perplejo el consejo del Dragón de Jade, pero no recibió otra respuesta en la gélida cumbre. Abatido, el emperador Shaohao inició el descenso de la montaña para consultar con su acompañante, el Rey Mono, y decidir su próximo movimiento.
Shaohao meditó durante tres días y tres noches, ya que el consejo del Dragón de Jade no estaba claro. ¿Cómo puede purgarse uno mismo de toda duda? Cansado de esperar, el compañero de viaje de Shaohao, el Rey Mono, formó un extraño rostro con bambú. Insistió al emperador para que se pusiese la máscara…
Aunque el Rey Mono pretendía hacer una travesura, la máscara funcionó; cuando Shaohao se quitó la máscara, sus dudas tomaron forma física. Lucharon durante siete horas, hasta que enterraron al Sha de la duda. De esa forma, Shao Hao supo que debía hacer, y emprendió un largo viaje para purgar toda emoción negativa. Así, derrotó al Sha de la Duda, al Sha de la Desesperación, al Sha de la Ira, al Sha del Miedo, al Sha del Odio y al Sha de la Violencia, encerrándolos bajo la tierra.
El emperador cambió para siempre y hasta el final de sus días fue una criatura llena de paciencia, amor y paz. Al atardecer del último día, el cielo estaba teñido de fuego verde, y hasta el suelo temblaba de terror. Pero el emperador no estaba asustado. Su mente estaba libre de toda duda o desesperación. Cantó y celebró mientras el cielo se rasgaba. Al ver el miedo y la duda en los ojos de sus súbditos, el emperador Shaohao decretó que todos debemos vivir cada día al máximo y dormir cada noche con la paz de una mente tranquila. La leyenda cuenta que ascendió a la Veranda de la Primavera Eterna para separar Pandaria del resto del mundo. Pero, aunque lo intentó, no pudo. La tierra tembló, pero no se movió. Enseguida empezó a dudar y el Sha de la duda comenzó a salir por el este. Empezó a tener miedo, y el Sha del miedo se fue librando de sus grilletes en el oeste.
Desesperado, pidió ayuda al Dragón de Jade. El Dragón de Jade rodeó el valle y habló con el Emperador. «Pandaria no es solo el Imperio Pandaren», le dijo a Shaohao. «Tus enemigos del oeste forman parte de esta tierra, al igual que el imperio que hay al otro lado de la muralla.» Al darse cuenta que todas las cosas estaban conectadas en un todo eterno y que su amada tierra no era solo el imperio pandaren, Shaohao por fin lo entendió todo. Su bastón golpeó el suelo y su espíritu se hizo uno con la tierra. Cuando el mundo se desgarró, Pandaria se adentró tranquilamente en el océano. Y cuando la túnica del emperador cayó vacía al suelo, el nuevo continente se envolvió en una niebla impenetrable y desapareció del resto del mundo.
La Isla Errante
Hace bastantes generaciones, un audaz pandaren llamado Liu Lang quiso ir más allá de la neblina y navegar a lomos de la tortuga gigante conocida como Shen-zin Su. A medida que la tortuga crecía, el deseo de explorar mundo crecía en Liu Lang. Otros pandaren se le unieron y cuando formaron una colonia importante de exploradores, se lanzaron a la mar, viajando a través del océano. La Isla Errante surcó las aguas y no tocó tierra hasta muchos años después, en los que algunos pandaren decidieron abandonarla y adentrarse en los nuevos territorios recién descubiertos para vivir nuevas aventuras.
Chen Cerveza de Trueno fue uno de esos pandaren. Originario de la Isla Errante, se adentró en Kalimdor donde se encontró con Rexxar de los Mok’Nathal y con la Horda a quienes ayudó durante la Fundación de Durotar. Tras acabar su tarea, desapareció dejando tras de sí solo un rastro de barriles de cerveza vacíos a lo largo y ancho de Los Baldíos. Chen volvió a la Isla Errante que partió de nuevo hacia otros lugares.
Actualmente
La devastación provocada por Alamuerte, hizo que se disipara la niebla que rodeaba toda Pandaria. La flota naval de la Alianza y la Horda descubrieron la isla y desembarcaron en ella, librando una batalla sin cuartel por los recursos que contenía, involucrando a los pandaren nativos de la isla. Al desaparecer la niebla que ocultaba Pandaria, los Zandalari desembarcaron en masa en las costas del norte, renovando viejas alianzas con los mogu. Con ese fin, los Zandalari han consiguido resucitar a Lei Shen, el Rey del Trueno, logrando recuperar su cuerpo llevándolo a la Isla del Rey del Trueno. Los Zandalari junto con la ayuda del resto de tribus troll, hacen una ofensiva a la Aldea Zouchin, y aunque fracasa y muere el Profeta Khar’zul, es tarde para evitar la resurreción de Lei Shen.
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