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Curiosidades del Lore: La Luz Sagrada (Parte 2)

«Chico, nadie se siente listo. Nadie cree que lo merece. ¿Y sabes por qué? Porqué nadie lo hace. Es clara, pura y simple. Somos indignos, simplemente porque somos humanos; y los humanos –al igual que los elfos, enanos y todas las otras razas- son imperfectos. Pero la Luz nos ama igualmente. Nos ama por lo que podemos hacer en los momentos más extraños. Nos ama por nuestra capacidad de ayudar a los demás. Y nos ama porque podemos ayudarla a extender su mensaje intentando ser dignos cada día, aun sabiendo que nunca lo seremos (…)»

Uther a Arthas Menethil

Hemos visto cómo los humanos reciben este poder, claramente prestado por un ser/energía con conciencia propia. Pero la humanidad no es la única raza capaz de utilizar los poderes “divinos” para su beneficio; y tampoco lo hacen con una visión idéntica. De la misma forma, existen aquellos que son incapaces de manejarlas por motivos diversos. De ellas hablaremos en esta ocasión, a excepción de los enanos, que no merecen un trato especial, puesto que su filosofía es la misma que la humana, al aprender de ellos.

Los Draeneis y los Naaru

DraeneiLos Draenei no son un pueblo que crea sin más en la Luz como los humanos. Ellos depositan su fe en los Naaru, unos seres a su vez muy misteriosos que emanan gran cantidad de Luz. Fueron ellos los que les salvaron de la Legión y los que les enseñaron a usar esta magia. De esta forma, no es que los Draeneis adoren a la Luz directamente como sus aliados, sino que lo hacen indirectamente a través de los Naaru. Siguen, pues, la misma línea que los humanos.

Al principio, los Draeneis se sorprendieron que en Azeroth se practicara la Luz tan fácilmente sin que sus habitantes conocieran la existencia de los Naaru: de alguien que les enseñara. Y es que no hay pruebas que los Naaru sean la encarnación de la Luz en un ser “vivo”. Más bien parecen unos seres que emanan dicha energía en grandes cantidades y que funcionan como un faro de la misma, pero sin llegar a ser La Luz en sí misma. Por otro lado, no son totalmente criaturas de Luz. Su segunda fase es la Oscuridad. Cuando un Naaru “muere” se convierte en lo opuesto a lo que fue.

Los Tauren Caminasol

Esta clase de Taurens Paladines dio mucho de qué hablar a los conocedores del Lore. Algunos opinan que es una incoherencia tremenda mientras que otros intentan explicarlo de alguna forma o simplemente lo aceptaban sin más. En realidad es muy simple y en ningún caso es un error en lo que a Lore se refiere.

Tauren CaminasolComo se comentó anteriormente, existió un Trol entre las filas de la Cruzada Escarlata. Uno que, al esconderse en la Biblioteca del Monasterio y sin nada que hacer, empezó a leer los libros sagrados. Con el tiempo empezó a tener fe en su corazón y la Luz le consideró digno de usarla en su beneficio. Si lo único que hacía falta era creer, todas las razas de Azeroth iban a ser completamente capaces de desenvolverse como Paladines.

No obstante, los Taurens no tienen la misma ideología que los humanos o los Draenei. No rezan ni a los Naaru ni a la Luz, aunque obviamente sí saben de sus existencias por haberlos visto con sus propios ojos a ambos. No, los Taurens adoran al Sol, en contraposición a los Elfos de la Noche, quienes depositan sus creencias en la Luna.

Rezan a algo diferente, pero, en esencia, es lo mismo. Tienen fe, y eso es el único requisito para usar la Luz. Después de todo, Humanos y Draeneis tampoco rezan en la misma dirección.

Los Malditos: No-muertos y Tábidos

Hay quiénes no utilizan la Luz sagrada, a pesar de conocer su existencia y poder. Los motivos de su rechazo son distintos para los No-muertos que lidera Sylvannas, o Renegados, que para los Tábidos o Draeneis corruptos.

Los Renegados, por el contrario, no sufren esta maldición. La nigromancia de la que son víctimas no bloquea la Luz, así que su decisión de no hacer un uso de ella viene de otro lado. La Luz, por desgracia, considera a los No-muertos antinaturales. Si alguno de ellos hace un intento de proyectar Luz desde su propio cuerpo, esta le dañará.

Es diferente a los Tábidos porque los Renegados sí pueden utilizar la Luz, mediante la misma filosofía que usaron al estar vivos como humanos normales. La desventaja, no obstante, es que recibirán daño cada vez. Existen rumores de renegados que han ignorado esto y han seguido haciendo un uso de la Luz continuado; se dice que han recuperado el sentido del olfato y del gusto, lo cual ha sido algo terriblemente negativo para ellos, pues el olor que desprenden y la comida que consumen no es nada agradable. Existió también un Renegado al que se le puede considerar un Paladín.

Los Elfos de Sangre

Llegamos finalmente a los Elfos de Sangre, antaño Altos Elfos. Esta raza en particular supone un problema por el hecho que su método para emplear la Luz es distinto al de las otras razas. Ellos no rezan a nadie ni creen en nada en concreto. Además, sus sistemas han variado con las transformaciones que ha sufrido su pueblo desde la Tercera Guerra.

Elfos de SangreComo Altos Elfos, esta raza aprendió la lección de la Luz de la mano de los humanos, al igual que los Enanos. Es de suponer, pues, que sus paladines siguieran las mismas directrices que sus maestros humanos. El propio Uther tuvo a un elfo como pupilo. Pero con la destrucción de la Fuente del Sol todo cambió drásticamente.

Sin su fuente de energía arcana, los autonombrados Elfos de Sangre dejaron de pedir para empezar a tomar por la fuerza. Kael’thas, seguramente leal a Illidan todavía, envió al Naaru Mu’ru que tenía como prisionero a Lunargenta. A través de este ser, los Elfos de Sangre eran capaces de manejar los poderes de la Luz a su antojo.

Pero les fue arrebatado su fuente de poder (Mu’ru) por la misma persona que se lo había entregado: su príncipe. Y con la Ofensiva del Sol, llegó la redención de esta raza. Una vez los miembros leales a la Legión Ardiente y su maestro fueron derrotados, la Fuente del Sol fue restaurada nuevamente, otorgando la ansiada energía arcana a la raza élfica una vez más.

A’dal otorgó a los Elfos de Sangre un regalo: La Fuente del Sol, que había emanado siempre energía arcana y tendría ahora también poderes “divinos”. De esta forma, era una mezcla entre los poderes arcanos y de la Luz, que rodearían para siempre a los elfos. Parecería pues, que los Elfos de Sangre son capaces de manejar la Luz porque esta les rodea completamente, fluyendo por sus territorios a partir de la Fuente del Sol. Siendo así, no les haría falta ser unos creyentes como el resto de razas. Esto deja a esta raza en un estado muy especial y contradictorio.

Por otro lado, los Elfos de Sangre obtuvieron la redención cuando se aliaron con los Naaru en contra de la Legión Ardiente. También es posible que hayan recuperado las viejas costumbres, y vuelvan a practicar la fe.

 

 

Written by Blosc

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