Bestias temibles y salvajes se pueden encontrar por todo Draenor pero las más voraces de todas están en las salvajes tierras de Cresta Fuego Glacial. ¡Echa un ojo al blog oficial de Blizzard!
Aventureros, si queréis sobrevivir al salvaje mundo de Draenor, ¡la clave reside en el conocimiento! En esta serie hablaremos sobre las diferentes criaturas que os encontraréis mientras exploráis este indómito mundo. Os dará una idea aproximada de lo que os aguarda y podréis prepararos mejor para afrontar los retos que están por venir. Aquí podéis echar un vistazo a las criaturas con las que os toparéis en la Cresta Fuego Glacial.
Los mágnaron
Los mágnaron son criaturas de lava ancestrales, descendientes directos de los colosos que dieron forma a Draenor. Hoy en día quedan pocos seres que puedan comunicarse con estos enigmáticos gigantes, y menos aún que comprendan sus motivaciones aparentemente caóticas. Entre los agitados torrentes de lava de la Cresta Fuego Glacial, los mágnaron tallan grabados de fuego en la tierra y manipulan montañas enteras a su antojo. Los mágnaron son conocidos por dominar o congraciarse con furias elementales. Raras veces aparecen en solitario. ¡Proceded con cuidado!
Los ogron
Los ogros, los gronn y los mágnaron comparten un linaje común: los terribles ogron. Se tratan del eslabón perdido entre los salvajes gronn y sus más pequeños y numerosos descendientes. Perciben lo que les rodea con un solo ojo, lloroso y amarillo, lento para parpadear y aún más lento para comprender. Son demasiado estúpidos como para desobedecer órdenes, pero son lo bastante grandes y peligrosos como para mantener a raya incluso a los ogros más rebeldes. Por ello, sirven como carne de cañón a los líderes ogros, desde los señores de la guerra hasta el mismo emperador. Los campeones de Azeroth que busquen superar a los ogros, tendrán que prepararse para combatir a los ogron que se crucen en su camino.
Los rylak
Los versátiles y voladores rylak se han adaptado a los diferentes climas de Draenor, pero abundan sobre todo en la Cresta Fuego Glacial. Las cálidas cornisas de piedra volcánica actúan como excelentes emplazamientos para los nidos, mientras que las monótonas extensiones nevadas sirven como los principales cotos de caza para estos feroces depredadores, los cuales detectan a sus presas con dos pares de ojos y de fosas nasales. Su gruesa piel les protege de los elementos, así como de las hondas y flechas de los frustrados cazadores. Los aventureros que busquen presumir de un trofeo de rylak de dos cabezas deberán tener cuidado con sus dos filas de colmillos. Aquellos que deseen domar una nueva montura deberían seguir la costumbre de la Horda de Hierro, y equipar a los rylaks más grandes para el combate.
Los lobos gélidos y los garn
Solo los más duros pueden sobrevivir al implacable clima de la Cresta Fuego Glacial. Entre los nativos figuran los fornidos lobos gélidos. El clan orco Lobo Gélido los ha elegido para su nombre y su símbolo. Los orcos y los lobos que los acompañan luchan y cazan juntos, como si fueran una gran manada.
Los exploradores de la Cresta Fuego Glacial deberán mostrarse cautelosos ante los peligrosos garn, los primos salvajes del lobo gélido. Estas enormes bestias doblan las dimensiones del oso de Azeroth, y son conocidas por sus titánicas mandíbulas y su pelaje negro azabache. Hasta los orcos Lobo Gélido temen a los rebeldes y salvajes garn.
Aún queda un sinfín de peligrosas criaturas impacientes por saborear su próxima ración de exploradores, así que andaos con ojo y afilad vuestras armas. ¿Tenéis lo que hace falta para sobrevivir en Draenor?