Lore y especulación de Revendreth, los venthyr, los rebeldes y Kael'thas

En este artículo hablaremos sobre Lore y especulación de Revendreth, los venthyr, los rebeldes y Kael’thas. [Spoilers]

Todo en las Tierras Sombrías gira en torno al ánima, y Revendreth no es la excepción. Sin duda alguna, esta esencia vital dará mucho que hablar en World of Warcraft e impactará de forma decisiva el futuro de la curia de los venthyr.

Lore y especulación de Revendreth, los venthyr, los rebeldes y Kael’thas

Revendreth es un reino lúgubre de tormento y penitencia, el destino temporal que aguarda a las almas de aquellos que precisan ser expiados. Solo entonces podrán los difuntos elegir entre convertirse en un venthyr, un cosechador del pecado, o regresar a Oribos con la esperanza de ser redestinados a un reino más propicio.

Todos aquellos que alcanzan la redención son obsequiados con una piedra del pecado, donde se recoge cada transgresión cometida en vida junto al verdadero nombre del difunto. Sin embargo, no todas las almas logran expiar sus pecados; algunas ni siquiera admiten su culpa. El destino que le depara a tales criaturas es trágico y funesto: nada menos que las Fauces.

Pero esta tierra dominada por torreones góticos y paisajes escalofriantes dista mucho de ser un todo ordenado y unido; la sequía de ánima ha abocado al reino a la guerra civil y la disensión, y la otrora orgullosa tierra de Revendreth se ha sumido en una complaciente decadencia…

Los habitantes de Revendreth

Venthyr: estas criaturas vampíricas componen el grueso de Revendreth. Son los verdugos de los indignos, encargados con la fundamental tarea de rehabilitar y expiar los pecados de las almas que envía el Árbitro a sus tierras.

Legión pétrea: seres esculpidos por la Pedregosa e imbuidos de ánima que constituyen el ejército de Revendreth. Sirven como vigilantes y soldados de incuestionable lealtad, curtidos durante toda una vida de lucha codo con codo. Pueden distinguirse, a su vez: los natopiedra, toscas gárgolas de gran habilidad marcial y movilidad incomparable; los gargones, cuadrúpedos monstruosos que imponen el orden por la fuerza o por el miedo; y los murciélagos aterradores, que merodean los cielos para alertar a los natopiedra de cuándo hay que atacar a los intrusos.

Dragadores: surgidos del fango primordial, estas curiosas criaturas sirven a los venthyr como sirvientes y esclavos, cumpliendo con la máxima diligencia cualquiera de las tareas que sus señores encomienden: desde limpiar el suelo hasta sacrificarse para el sádico divertimento de sus amos.

El gobierno de Revendreth

Son siete los distritos que componen Revendreth y siete son los cosechadores que los gobiernan. Estos cosechadores se cuentan entre los venthyr más poderosos, que han defendido las sagradas (si bien cuestionables) tradiciones del reino desde su creación misma. Muchos de estos cosechadores sirven como consejeros de lord Denathrius, como es el caso de las cosechadoras del Deseo, la Ira o el Terror. Otros, como la cosechadora del Orgullo, se cuentan entre aquellos venthyr abiertamente contrarios a su gobierno.

Denathrius es el líder de todo Revendreth, una figura calculadora y metódica que se cuenta entre las entidades más poderosas de todas las Tierras Sombrías. Como Maestro de Revendreth, fue el primero de todos los venthyr, a los que creó a su propia imagen y semejanza a partir de las almas de los redimidos.

El príncipe Renathal, líder de la rebelión, es la otra figura protagonista en el panorama político del reino. Fue el segundo venthyr en ser creado, esculpido por las mismísimas manos del Maestro Denathrius, junto al que sirvió como cortesano por una eternidad hasta que la sequía de ánima fracturó el reino. Entre otros aliados, Renathal cuenta con el general Draven, antiguo líder de los natopiedra y uno de los personajes más influyentes de todo Revendreth.

La caza del penitente

La caza del penitente es una de las tradiciones más sagradas e importantes de todo Revendreth, un deber que los venthyr emprenden para inculcar un miedo aleccionador en el corazón de las almas más obstinadas. Este ritual cumple una doble función: por un lado, pretende romper la tenacidad de sus víctimas, haciéndolas menos resistentes a los procesos de Revendreth; por otro, sirve como fuente de obtención de ánima.

Antes de dar comienzo a la caza se debe arrancar un alma de su tumba y leer los pecados que cometió en vida. Después, se lleva a cabo una recreación de los mismos, utilizando los pecados del propio difunto en su contra. Solo entonces, y tras infundir todavía más miedo en su espíritu, se determina que el alma está lista para comenzar la caza.

El primer paso consiste en drenar ánima del difunto, que se usará posteriormente para animar un gargón. Es entonces cuando la caza del penitente da comienzo y el coto de caza se llena de almas que huyen presa de la desesperación y el terror. Por supuesto, ninguna de estas almas llega demasiado lejos y no tarda en colapsar del miedo, cediendo su dulce ánima.

Kael’thas Caminante del Sol

Kael’thas Caminante del Sol fue el príncipe de Quel’Thalas, miembro reputado del Kirin Tor y último heredero del rey Anasterian. No solo fue uno de los magos más poderosos e importantes de Azeroth, sino una de las figuras políticas más influyentes, siendo en gran medida responsable directo del destino que sobrevino a una parte considerable de su pueblo, rebautizado como los elfos de sangre.

Su final llegó a manos de un grupo de héroes ayudados por Kalecgos en el Bancal del Magister, al término de la expansión The Burning Crusade. En su despecho, todo cuanto profirió a la hora de su muerte fueron amenazas e improperios.

Por su arrogancia y sus fechorías, el trágico príncipe de Quel’Thalas fue condenado a las lóbregas tierras de Revendreth, un reino donde expiar sus culpas, pagar por sus crímenes y purgar su espíritu. Se encuentra en el castillo de Nathria, hogar de Denathrius, preso en sus laberínticas entrañas, donde está siendo torturado y custodiado por los Ministerios del Vicio, que tratarán de frustrar los intentos de los jugadores por rescatarlo.

Los rebeldes y Denathrius

Aunque Denathrius ha gobernado el gótico reino de Revendreth desde sus mismísimos comienzos, el padre de los venthyr ha encontrado rebeldía y oposición entre aquellos que una vez le fueran fieles. El detonante: la escasez de ánima. En este sentido, Revendreth no es diferente a los demás reinos que visitamos en las Tierras Sombrías, y del mismo modo que Bastión, Selvardien o Maldraxxus están sufriendo las consecuencias de los actos del Carcelero, también Revendreth se está viendo afectado.

Sería razonable asumir que la oposición encabezada por el príncipe Renathal se debe a una mera cuestión de capricho u oportunismo, pero no es así. A lo largo de la trama descubrimos que Denathrius no está simplemente descuidando el problema de la sequía de ánima, si no que es uno de sus responsables y artífices.

En las profundidades del castillo de Nathria se llevó a cabo un pacto, una alianza entre Denathrius y los allegados al Carcelero. La escasez de ánima en Revendreth no se debe tan solo a que las Fauces estén privando de almas frescas a los demás reinos; si no a que el ánima de los difuntos que todavía sufren penitencia en Revendreth está siendo enviada directamente a las Fauces, al Carcelero. Y falta muy poco para que sus cadenas se rompan y el gran terror que habita en Torghast se libere finalmente…

Especulación e investigaciones

El ritual de la caza, como el ritual de purificación de los kyrianos, arroja inquietantes interrogantes sobre la naturaleza y el propósito real de las Tierras Sombrías…

Al igual que en Bastión existía el Ritual de la Purificación, en Revendreth asistimos a un ritual igual de importante a la hora de preparar las almas de los difuntos para su estancia en el reino: la Caza del Penitente. Como su homólogo kyrian, la Caza del Penitente también permite obtener ánima del difunto, ánima que en Bastión no solo alimentaba el reino, si no que permitía animar sus centuriones guardianes. En Revendreth este ánima también alimenta el reino y sirve para imbuir vida en los natopiedra.

Sin embargo, mientras que el ánima de Bastión poseía una tonalidad blanquecina, su expresión en Revendreth adopta tonalidades rojas y carmesíes; algo que recuerda sorprendentemente al mismo tipo de “ánima” que descubríamos en Pandaria, durante la banda del Solio del Trueno; un poder con el que los mogu estaban experimentando y utilizaban para infundir vida en sus gólems.

Revendreth y la teoría de los nathrezim

Otra curiosidad que descubrimos tras indagar en el trasfondo de la zona es la curiosa coincidencia temática que presentan Revendreth y los venthyr con los Nathrezim, demonios de la Legión oriundos del planeta de Nathreza.

Uno de los títulos de Denathrius es “Señor del Terror” (Lord of the Dread) del mismo modo que los Nathrezim son conocidos como “Señores del Terror” (Dreadlords). Resulta no menos curioso que los Nathrezim, como los venthyr, sean descritos como criaturas vampíricas. Tampoco pasamos por alto la coincidencia etimológica entre Nathria, hogar de Denathrius, Renathal, Nathrezim y Nathreza.

Conviene recordar también que en la creación del Yelmo de la Dominación, que ahora sabemos que está relacionado con Torghast, intervinieron tanto Kil’jaeden como los Nathrezim. Si incluimos a los natopiedra gargones en la ecuación (con su indiscutible parecido físico con los Nathrezim), no resulta demasiado difícil plantear un escenario en el que ambas razas estén relacionadas de algún sorprendente modo.

Revendreth y la Luz

La existencia de la Luz en Revendreth es otra curiosidad que merece la pena ser destacada. Su presencia parece deberse a una suerte de intrusión que calcina la tierra y abrasa los campos. Esto ha dado lugar a una región en Revendreth reservada solo para los más viles y terribles de los seres, o, en su defecto, para los detractores de Denathrius. En este lugar de espanto, los rayos de luz inciden directamente sobre sus desamparados prisioneros, mientras elementales de luz vagan sus confines enloqueciendo la mente de sus habitantes.

Pero quizás el detalle más curioso y evocador de todos sea la existencia de un Naaru, Z’rali, prisionero en los confines más remotos de las “Profundidades Sanguíneas”…