Actualmente, Jaina Valiente es la líder del Kirin Tor. Es un hecho conocido por todos. Sus últimas acciones demuestran que ella realmente es la que manda en la ciudad flotante de Dalaran. Pero Dalaran se rige por unas normas distintas a las de otros reinos, incluso razas. ¿En verdad Jaina tiene un control total sobre “su” ciudad?
El Líder del Kirin Tor
El KirinTor siempre ha estado liderado por un Consejo formado por seis magos cuyas capacidades mágicas sobresalen por encima del resto. Su función es mantener el orden no sólo en los dominios de la ciudad-estado, sino de los magos de todo el mundo, aunque se encuentren en lejanos lugares. Prueba de ello es que quisieron tener vigilado a Medivh y a Jaina.
Estos miembros mantienen su identidad en secreto. Lo poco que se puede decir es que Kel’thuzad y Krasus formaron parte del mismo Consejo que existía en ese momento. Sobre Kael’thas, un rumor le clasificaba como “uno de los seis”.Por supuesto, Antonidas era uno, la diferencia está en que la gente lo sabía. Pero Antonidas no podía hacer lo que quisiera, así como un rey humano. Se podría decir que era “la parte visible”: era el que se dejaba ver y se reunía con los demás líderes humanos o elfos.
Jaina Valiente es un caso no muy distinto. No se auto-nombró líder del Kirin Tor, alguien la puso en tal posición. O, sería más adecuado decir que “se dejó que ocupara tal cargo”. La diferencia es que el contexto no era idéntico al de la época de Antonidas: ahora Dalaran se encontraba dividida en dos partes y es de suponer que ambas tenían su representación en el Consejo. Había intereses divididos, pero el Consejo continuaba activo.
A pesar de todo ello, las decisiones de Jaina desde la traición de un grupo de Atracasol indican que su autoridad es absoluta sobre la ciudad. Los Elfos, que habitaran la ciudad casi tanto tiempo en la historia como los humanos, fueron expulsados. En ningún momento lo consultó con el Consejo (el cual es poco probable que hubiera accedido).
Dado que Jaina Valiente seguirá siendo la líder del Kirin Tor por más tiempo, sólo queda esperar que el Consejo de muestras de su existencia y autoridad sobre la ciudad y la maga al cargo.
Los “seis” Reinos
Siete reinos consiguieron crear y mantener los humanos en su momento de mayor expansión. No hace mucho de aquellos tiempos y ya parece que haya pasado una eternidad. De los siete, solamente quedan dos, si contamos Dalaran. Pero no todo está perdido para la humanidad: todavía hay esperanza de recuperar esos reinos recurriendo legítimamente, mediante los linajes.
La nación de Gilneas ha sido destruida recientemente por el ataque químico de la Reina Alma en Pena Sylvannas. No obstante, muchos de sus habitantes lograron escapar y unirse a la Alianza; entre ellos, se encuentra parte de la monarquía. Cringris todavía vive y, si bien no va a durar eternamente y su heredero fue asesinado, todavía hay quien podría reclamar el trono legítimamente. Por si fuera poco, Varian Wrynn ha mostrado interés en recuperar dicho reino para la humanidad.
Dalaran tiene la diferencia de no contar con una monarquía, como ya se ha explicado anteriormente. Esto hace que su liderazgo pueda recaer en una cantidad muy grande de personas. En cuando a Ventormenta, no hay mucho que comentar: el reino sigue en pie y hay un heredero claro para el trono.
El reino de Kul’tiras está rodeado de misterio. Ni tan solo se puede afirmar que tengan un rey como la mayoría de los estados humanos, puesto que a Daelin Valiente se le conocía como “el Almirante Daelin” y no como el “rey Daelin”. Dado que el reino se enorgullece de su flota, la hipótesis podría ser cierta. Pero Daelin está muerto, así como su hijo y heredero. Kul’tiras, en el caso de que haya caído como sus vecinos, podría ser restaurado por Jaina Valiente. Pero, de mantenerse intacta, esta nación sería la única, de las siete originales, que nunca ha sido destruida.
Stormgarde lleva casi tanto tiempo como Alterac en ruinas. La Alianza ha intentado en vano recuperar la ciudad mientras el grueso de su ejército combate en distantes campos de batalla, intentando salvar el mundo de grandes enemigos. Recientemente, los renegados han resucitado a Galen Aterratrols. Sylvannas espera obtener de él los derechos para adueñarse de la ciudad y de todo Arathi. La Alianza cuenta, por su parte, con Danath Aterratrols, quién es el candidato favorito para restaurar la ciudad y devolverla a la Alianza.
Lordaeron es el que tiene menos probabilidades de volver a ser un reino humano de todos los siete reinos originales. Sin discutir si los renegados tienen o no derechos de propiedad, el reino tiene todavía tiene la posibilidad de restaurar su monarquía. Arthas y Terenas II, ambos Menethils, están muertos. Pero Terenas tuvo dos hijos: Arthas y Calia. Con paradero y destino desconocido, Calia podría ser la clave en el futuro de Lordaeron, un futuro sin Sylvannas ahora que su maldad está creciendo. Ya sea una humana o una no-muerta, es un peligro para la Reina Alma en Pena.
Y llegamos finalmente al reino de Alterac. Su problemática es que no cuenta con un sucesor legítimo. Durante la Segunda Guerra, la traición de su rey a la Alianza le costó la corona. Ganada la guerra, Terenas Menethil II intentó llegar a un acuerdo con el resto de reinos humanos para entregar la corona a un tercero, con el objetivo que nadie se anexionara Alterac y creciera en poder. Ese “tercero” resultó ser ni más ni menos que Alamuerte disfrazado. Descubierto y derrotado, no se volvió a intentar algo similar, quizá por falta de tiempo, porque la Tercera Guerra apareció en el horizonte.
No hay nadie que pueda reclamar el reino de Alterac. Cabe decir, que en el contexto actual, nadie se atrevería a hacerlo. Las montañas de Alterac se encuentran rodeadas por los territorios de los renegados. No podría resistir mucho tiempo. Es más, sería imposible reconstruir y repoblar el reino: habría que pasar primero por Trabalomas.
Sin Alterac y con la destrucción de Theramore, el número de reinos humanos se estanca en el seis, sin que se vea alguna posibilidad de regresar al séptimo.