El ahora ex Jefe de Guerra Thrall tuvo una infancia muy dura. Cuando era un bebé, tanto su padre como su madre murieron y fue encontrado por los humanos. De esta manera quedó separado de su Clan, los Lobo Gélido, que vivían en las frías montañas de Alterac. Esta historia es en su mayor parte conocida, pero quizá sea más difícil responder a la siguiente pregunta: ¿Cuándo ocurrieron estos hechos?
El lejano Alterac
Las Montañas de Alterac son el refugio del Clan Lobo Gélido. Fue el hogar que su líder Durotan escogió para esconderse cuando el malvado Gul’dan les expulsó de la Horda. Sin embargo, las Montañas de Alterac se encontraban muy lejos.
La historia narra que el exilio al que fue sometido el clan fue poco después de que la Horda entrara en Azeroth, así que hay que clasificarla dentro de la Primera Guerra y, más concretamente, en sus inicios. Por aquellos tiempos, los orcos apenas alcanzaban a ver más allá de Ventormenta. No obstante, Durotan les guió en una larga travesía hasta Lordaeron.
Las Montañas de Alterac se encuentran en pleno corazón de Lordaeron, rodeadas por los reinos humanos de Lordaeron y Dalaran. Para llegar hasta ahí había que atravesar las tierras de los enanos y de Stromgarde. Por si fuera poco, en el mismo Alterac existía un reino humano. Pero, sorprendentemente, nadie se dio cuenta de su presencia. La raza de los orcos fue desconocida por los humanos del norte hasta la llegada de Anduin Lothar, finalizada ya la Primera Guerra.
Es bastante impresionante que pudieran llegar tan lejos y que necesitaran hacerlo, pudiendo asentarse en otros lugares más cercanos sin cruzar el Puente Thandol. Más impresionante todavía que consiguieran evitar ser vistos en su travesía o en el mismo Alterac en dónde se asentaron. Incluso cuando las fuerzas de Orgrim Martillo Maldito cruzan las montañas en su camino a Lordaeron Capital ignoran la presencia de hermanos orcos.
Lo más lógico sería pensar que los Lobo Gélido viajaron durante mucho tiempo y, después de la Segunda Guerra, se escondieron en Alterac. En ese tiempo los humanos estaban a la caza de los orcos para ponerlos en Campos de Internamiento y los orcos no podían ofrecer una resistencia eficiente; por lo tanto, la actuación de los clanes fue la de esconderse. Desgraciadamente, son teorías.
La muerte de Durotan y Draka
Desde antes de cruzar el Portal Oscuro, incluso desde antes de que la guerra entre Orcos y Draeneis terminara, Durotan ya sabía que Gul’dan no era quien aparentaba ser. Su conocimiento hizo que el brujo no tuviera más opción que mandar a todo el clan Lobo Gélido al exilio. Pero, al nacer Go’el, su hijo, Durotan comprendió que esa vida no era la que deseaba para su gente, para su clan. Había llegado el momento de cambiar las cosas.
Lo que se conoce de esto es que Durotan, acompañado por Draka y su hijo, visitó a Orgrim Martillo Maldito, su viejo amigo, el único con el que podía confiar de verdad. Después de explicarle todo lo que sabía sobre Gul’dan y sus traición, los tres emprendieron el camino de regreso a casa y, antes de llegar a su destino, fueron víctimas de una emboscada preparada por los leales a Gul’dan. Mientras que Durotan y Draka murieron, el pequeño Thrall fue dejado a su suerte. En contra de lo que pensaron los asesinos, fue encontrado por unos humanos y llevado a Durnholde, el centro de los Campos de Internamiento.
Siendo así, se crea un problema cronológico que impide ajustar correctamente los sucesos en una fecha exacta. La visita de Durotan a Orgrim pudo haber sido en cualquier momento desde la entrada a Azeroth hasta el final de la Segunda Guerra. Sin embargo, se supone que la revelación hizo que Martillo Maldito iniciara una revolución dentro de la Horda que acabó configurándole como el nuevo Jefe de Guerra. Así pues, esto sería fácil y los sucesos ocurren durante la Primera Guerra.
No obstante, las cosas no son tan fáciles. Hay que recordar un pequeño detalle citado anteriormente: Thrall es encontrado al lado de los cadáveres de sus padres y traído a Durnholde. Los Campos de Internamiento no fueron creados hasta después de la Segunda Guerra. En un artículo previo (La Segunda Guerra), se mencionaba que pasan 6 años entre ambas guerras, pero Thrall todavía era un bebé. Durotan debería haber muerto después de la derrota de la Horda, pero para entonces Gul’dan ya no existía.
Las únicas explicaciones posibles son dos:
La primera es que Durotan muere en los sucesos de la Primera Guerra. Lo extraño es que Durnholde se encuentra en Trabalomas, mientras que Orgrim se encontraría en Crestagrana, como mucho Roca Negra. La distancia es muy grande. Los asesinos no deberían haber esperado tanto (vamos, que un poco más y llegan a Alterac donde ya no podrían matarlos). Pero eso es casi imposible por dos motivos:
Resucitando el problema que se habló en primer lugar: el lejano Alterac, nadie había visto un orco en las tierras más norteñas (ni siquiera los Enanos) hasta que Ventormenta cae y sus supervivientes llegan y les informan de lo sucedido. Por el contrario, Lodonegro no parecía para nada sorprendido al ver a Thrall. Sí que le pareció extraño encontrarse un bebé orco, pero conocía bien qué era y cuál era su lugar en el mundo: Campo de Internamiento. Ese es el segundo problema, que nuevamente nos trae a la Segunda Guerra.
La segunda es que, después de advertir a Orgrim, tardó 6 ó 7 años en llegar a Trabalomas. Allí, los hombres de Gul’dan le mataron. En esos años en que el señor de los Lobo Gélido tardó para regresar, tuvo lugar la Segunda Guerra, que llegó a su fin y se crearon los Campos de Internamiento. La verdad es que es la opción menos probable de todas, aunque hay que reconocer que resolvería todos los problemas.
En resumen, hay un problema cronológico que impide saber el momento exacto de la muerte de los padres de Thrall. Es imposible que murieran en la Primera Guerra, pero también es tan imposible que lo hicieran en la Segunda. Lo único que podemos alcanzar a asegurar es que perdieron la vida, sin que se pueda precisar más.