Hoy os entrego la cultura y lenguaje de los Sin’dorei. Sin duda, los que estáis interesados en conocerles para poder mejorar vuestra calidad de rol, os parecerá interesante. Espero que os guste. 😉
Redacción y Edición: Dsaille e Idril
Supervisión y Corrección: Natea, Cemotucu e Idril
I. Identidad Cultural
Aunque parte de su cultura continua intacta y poseen una apariencia física prácticamente similar a las de sus ahora congéneres: los Altos Elfos, los Elfos de Sangre han empleado y realizado diversas acciones con las cuales han logrado diferenciarse de quienes fueran en un pasado y que hoy en día, aún perduran, pero en menor número: dichas características más fáciles de reconocer se vislumbran en el color de sus ojos, el cual ha cambiado de un color azul a un color verde, producto del consumo o influencia de la Magia Vil en la vida de los Sin’dorei tras la llegada del Gran Magister Rommath a Quel’thalas, quien junto a sus Magisters enseñaron la forma de saciar la sed de magia y distribuyeron distintos Cristales Viles o Cristales Ardientes en todo el reino. Sin embargo, exceptuando las diferencias físicas, también pueden hallarse diferencias culturales tales como el uso de tatuajes o marcas rúnicas grabadas en el cuerpo de los Sin’dorei, los cuales suelen utilizarse para rememorar algún hecho particular o un ser querido, o bien, simplemente aumentar el poder del taumaturgo por medio de la inscripción de distintos glifos en el cuerpo.
No obstante, la mayor diferencia y prueba de identidad cultural es el propio nombre del pueblo: Sin’dorei o Elfos de Sangre, nombrados así en señal de honor y respeto hacia sus hermanos caídos durante el asalto de la Plaga a Quel’thalas, lo cual provocó la caída de los Altos Elfos y la posterior destrucción de la Fuente del Sol. Tomando el color rojo o carmesí como uno de sus colores nacionales y distintivos, a pesar de que este ya era utilizado por ellos mismos durante su época como Altos Elfos, aunque con una connotación distinta a la actual. Aun así, ser Sin’dorei implica también el reconocimiento de su historia pasada y el resurgir como un nuevo ser, capaz de hacer frente al mundo y sus adversidades en pos del Alto Reino y su pueblo, predominando un sentimiento absolutamente nacionalista. Simbolismo el cual se refleja en el poderoso fénix que extiende sus alas de manera orgullosa en los pendones y banderas carmesí de los Elfos de Sangre; una criatura mágica no solo característica por su poder, sino también por ser capaz de renacer de sus cenizas con mayor gloria y majestuosidad.
II. Sed de Magia
Con la destrucción de la Fuente del Sol, una realidad hace tiempo olvidada volvió a aparecer ante los Elfos de Sangre: su dependencia y necesidad de la Magia Arcana. Desde sus orígenes ancestrales, los elfos habían empleado las energías arcanas a tal punto que habían generado una adicción que se hizo evidente tras la Caída de Quel’thalas. Pronto esta característica se transformó en la mayor debilidad del pueblo Sin’dorei, trayendo consecuencias tales como la muerte, específicamente en jóvenes, ancianos o enfermos que de pronto no se encuentren nutridos por ninguna clase de torrente arcano. O bien, consecuencias psicológicas como lo es el caso de la ansiedad o el escaso control del consumo de maná e incluso, a raíz de esta última característica, consecuencias físicas: lo cual se refleja en una degeneración física del elfo, donde su piel comienza a tornarse grisácea y de su espalda emergen pústulas verdosas, así como perdiendo su capacidad de raciocinio casi en su gran mayoría, predominando el deseo de consumir magia. Dicho estado es temido y conocido entre los Sin’dorei, quienes han tenido que lidiar con aquellos caídos que han designado bajo el nombre de Desdichados.
Es debido a dichas consecuencias, que los Elfos de Sangre propugnan una autodisciplina a la hora de enseñar las distintas maneras para saciar la sed de magia, al ser lo único que les previene de acabar como aquellas infames criaturas.
Las formas para saciar la sed de magia son diversas y cada una suele ser propia de la realidad social del Sin’dorei que la pone en práctica, principalmente. Estas medidas suelen ser: el drenar el maná directamente de criaturas arcanas o que poseen un torrente arcano propio, tales como las vermis de maná, así como también objetos tales como cristales arcanos, polvo de maná, entre otras cosas. También existe la práctica de drenar y consumir la volátil energía de los Cristales Ardientes o directamente de los demonios, siendo esta la más utilizada por los Magisters, especialmente aquellos que llegaron de Terrallende junto al Gran Magister Rommath, al ser instruidos en dicha práctica como una de las alternativas para saciar la sed. Sin embargo, el consumo directo de la Magia Vil también es la medida más peligrosa al ser esta la más adictiva, pudiendo llegar a sustituir el consumo de la Magia Arcana al no ser capaz de saciar la sed de la misma manera que su contraparte demoníaca e incluso, inducir a una posible falta de autocontrol en caso de no poseerse la suficiente disciplina o bien, a buscar nuevas formas para alimentarse, como lo es el caso extremo de beber la sangre de demonios, la cual sacia la sed de manera absoluta por un cierto periodo de tiempo, pero que al mismo tiempo genera una adicción y dependencia aun mayor que el de la Magia Vil.
Asimismo, otra forma de saciar la sed de magia es la meditación, siendo esta una alternativa que precisa de un gran autocontrol y una férrea disciplina, por lo cual no es de extrañar que sea un camino explotado por una escasa porción de la población sin’dorei, específicamente: los Farstriders.
Sin embargo, con la restauración de la Fuente del Sol tras la recuperación de la Isla de Quel’danas, el nuevo pozo de energías arcanas y sagradas supone una nueva alternativa para saciar la sed de magia, aunque contraria al resto, de forma definitiva. Pero aun así, hay quienes aún emplean sus viejas costumbres, pese a la actual situación de su pueblo.
III. La Fuente del Sol
Tal y como en el pasado el Pozo de la Eternidad fue el mayor tesoro de los Altonato, la Fuente del Sol lo fue de los Altos Elfos y tras su destrucción, perduro en la memoria de los Elfos de Sangre como un recuerdo nostálgico. Aun así, con su actual restauración gracias a, irónicamente, la inmensa colecta de energías arcanas y reconstrucción a manos del Príncipe, y la posterior purificación de sus aguas gracias al corazón de M’uru, el cual se fundió con ellas, la Fuente del Sol ha vuelto a tener un lugar de importancia dentro del pueblo Sin’dorei. No obstante, la Fuente del Sol no solo se ha transformado en una solución para la sed de magia y un foco de esperanza para el incierto destino de los Elfos de Sangre, sino también en el motor de un nuevo futuro y una posible redención de los Sin’dorei, gracias a la guía de los Caballeros de Sangre, quienes no solo han sido designados como sus legítimos guardianes, sino también porque es la Fuente el nuevo fruto de su poder y la herramienta que propicia la existencia de su Orden.
IV. Creencias y prácticas
Desde hace milenios, a raíz del exilio de sus ancestros y en un camino contrapuesto al de sus primos lejanos del oeste, creado e impuesto por sus mismos seres originarios, los Elfos de Sangre “veneran” la figura del sol, considerándose a sí mismos como los bendecidos por él, como elfos diurnos, reflejado así mismo a la Fuente del Sol; gracias al cual el pueblo élfico prosperó y su nombre reivindicó dicho astro como símbolo, pero no como un ente o un dios. Igualmente esto se ha visto reflejado en sus saludos, despedidas, gritos de guerra u otros aspectos de su vida diaria.
Durante su existencia como Altos Elfos, varios Elfos de Sangre profesaban una fe hacia la Luz Sagrada, llegando a existir sacerdotes quel’dorei y paladines, aunque estos en un número muy inferior al de su contraparte. No obstante, cuando los muertos vivientes asolaron Quel’thalas, varios elfos abandonaron su fe, creyendo que la Luz les había abandonado. En cambio, otros pocos mantuvieron su fe hasta el último momento, aunque su número era infinitamente inferior y solían ser vistos como parias dentro de su sociedad.
Fruto de aquella creencia sobre el abandono de la Luz hacia el pueblo sin’dorei, algunos de sus antiguos seguidores, tales como Lady Liadrin, además de renunciar a sus votos y su fe hacia la Luz, se presentaron como voluntarios a la Orden de los Caballeros de Sangre. Una orden de caballería militar de élite la cual serviría directamente al reino, empleando, irónicamente, los poderes sagrados de la Luz a su favor, robándolo directamente de uno de sus seres más puros, sin necesidad de tener que resguardar su fe o creencia para obtener su bendición. Sin embargo, los sucesos que desencadeno el príncipe Kael’thas tras atacar la Ciudad de Lunargenta, así como las consecuencias posteriores a las batallas acontecidas en la Isla de Quel’danas y la Meseta de la Fuente del Sol, sentaron un precedente que coloco las bases para que algunos sin’dorei pudieran volver a creer en la Luz Sagrada, tal y como lo hicieran en el pasado.
V. Relaciones con el resto del mundo
A lo largo de su historia, los Elfos de Sangre se han mostrado como un pueblo orgulloso e incluso, hasta arrogante. Sumamente patriota y usualmente recluido dentro de sus propias fronteras, tratando de mantenerse enajenado o, al menos, neutral hacia los distintos problemas que ocurren el mundo alrededor de sus fronteras. Sin embargo, su situación tras la Caída de Quel’thalas hizo más que evidente la necesidad de poseer distintas alianzas y tanto su historia, como su actual membresía dentro de la Horda, les ha hecho relacionarse con las distintas razas del mundo, debiendo combatir o compartir con ellas; algunas, irónicamente, otrora enemigos o aliados en conflictos como la Segunda Guerra.
Mientras que la relación con los humanos es de un absoluto repudio y desconfianza, negando cualquier trato diplomático con ellos y por ende, la Alianza. Las tornas cambian si se comparan con su contraparte del norte: los Renegados, quienes además en el pasado fueron sus aliados más próximos durante la Segunda Guerra. Las relaciones con este grupo de muertos vivientes liderados por Lady Sylvanas Windrunner han sido útiles para asegurar la seguridad de la frontera sur de Quel’thalas, así como la formación de un bloque defensivo en el norte ante cualquier incursión de la Alianza, la cual goza al sur de sus dominios, Tranquilien. Asimismo, los Elfos de Sangre deben a Lady Sylvanas su admisión dentro de la Horda, puesto que fue ella quien insistió en su adhesión al Jefe de Guerra. No obstante, aunque respetada por sus antiguos méritos y servicios al Reino de Quel’thalas, como la anterior Guardabosques-General del reino, su relación con los líderes sin’dorei no es la más adecuada, llegando incluso a recurrir a amenazas con tal de ganar su apoyo, tal y como lo hizo para contar con la ayuda militar de los Elfos de Sangre en la inminente invasión de Rasganorte. Dicha relación también se traslada hacia el sentimiento de ambos pueblos, los cuales, a pesar de haber desarrollado un sentimiento de camaradería, por parte de los elfos ha existido cierta desconfianza a raíz de su estado y, especialmente, gracias al incidente ocurrido en la Puerta de Cólera, lo cual dañó severamente la imagen de los Renegados ante toda la Horda.
Aun cuando las relaciones con los humanos son prácticamente inviables, los Elfos de Sangre si intentaron mantener relaciones diplomáticas con Forjaz. Desgraciadamente, dichas relaciones no lograron terminar de manera propicia para ambas naciones y mientras algunos sin’dorei no guardan más que indiferencia hacia los enanos, otros adoptan una postura más radical, indicando que nunca han sido verdaderos amigos de Quel’thalas. Pese a ello, el actual clima bélico que hay entre la Horda y la Alianza obliga a los Elfos de Sangre a vislumbrar a los enanos como un enemigo más al cual combatir. Aun así, en lo que se refiere al aliado más próximo de los enanos: los gnomos, pese a ser miembros de la Alianza y por ende, enemigos, los Elfos de Sangre tan solo resguardan mera indiferencia ante los pequeños e inteligentes humanoides.
No obstante, la relación con sus primos lejanos del oeste: los Elfos de la Noche, es de absoluta hostilidad. Especialmente por la reputación que poseen los Sin’dorei ante los kaldorei, a raíz de los caminos y elecciones que estos han realizado, así como la historia que alguna vez compartieron ambos pueblos en el pasado. Sorprendentemente, la situación es absolutamente contraria para con los aliados más próximos de los kaldorei: los Draenei. A quienes, si bien en un comienzo existía una animosidad, específicamente por los crímenes de guerra cometidos por Kael’thas contra los Draenei en Terrallende, así como la captura de M’uru y el robo de la Luz, ambos pueblos han demostrado ser capaces de colaborar y compartir pese a sus diferencias, lo cual se vio reflejado tanto en la Ofensiva del Sol Devastado, así como en la presencia que ambos pueblos mantienen en la Isla de Quel’danas. Como si f uera poco, cabe destacar que fue el propio líder de los Draenei, el Profeta Velen, quien fundió el corazón de M’uru en las aguas de la Fuente del Sol, propiciando la purificación de la misma para iniciar así un camino de redención entre los elfos.
Curiosamente, en lo que se refiere a los Altos Elfos, aunque el Alto Reino no mantiene relación diplomática alguna con ellos, la opinión con respecto a los mismos se ve bastante dividida. Mientras que algunos tan solo les observan como traidores o cobardes, al abandonar su patria y seguir sirviendo a la Alianza, facción por la cual se sienten traicionados. Otros simplemente propugnan una indiferencia o bien, una postura neutral, sin recaer en la hostilidad, respetando la elección de los quel’dorei , como es el caso de, por ejemplo, el Guardabosques-General Halduron Alasol. Quizá la mayor prueba de esto es la actual situación de la Fuente del Sol, la cual, pese a estar bajo la custodia de Lunargenta, ha permitido que los Altos Elfos acudan en calidad de peregrinos a ella e incluso, han admitido a un emisario de los mismos dentro de dicho santuario.
En lo que al caso de la Horda se refiere, no ha sido de extrañar el notorio choque de culturas, las cuales son bastante contrarias. Así como también, algunos pueblos ya habían compartido una historia común, aunque como adversarios. Tal y como fuera el caso de los orcos, a quienes combatieron en la Segunda Guerra. No obstante, las viejas rencillas parecen haber quedado en el pasado, puesto que incluso han llegado a admitirse elfos dentro de las filas de la élite de la Horda y los orcos: Los Kor’kron. Sin embargo, en lo que se refiere a los Trols Lanzanegra, hubo opiniones divididas, especialmente por los continuos conflictos contra los congéneres de dicha raza: los Amani. Y aunque los Lanzanegra no poseen relación alguna con ellos, algunos sin’dorei, a pesar de reconocerlos como aliados, llegaron incluso al extremo de negarse a colaborar con ellos nada más que por su ascendencia racial, hasta que el propio Vol’jin colaboró en reducir las fuerzas Amani en Zul’aman, liderar la rebelión contra Garrosh cuando la Horda se veía mermada por su jefe de guerra, y finalmente, aceptar de buen grado a Vol’jin como nuevo jefe de guerra.
En cambio, en lo que a los Tauren de Cima del Trueno se refiere, las relaciones han sido plenas y amistosamente diplomáticas, propiciando que los elfos aprendan de una raza hasta entonces desconocida para ellos y viceversa. Aunque los Taurens consideran a los Elfos de Sangre una raza joven, la cual ha de aprender de sus errores pasados para renacer realmente y no dejándose llevar por el odio o la venganza.
Por último, los elfos resguardan mera indiferencia ante los goblins, aunque no desconocen sus capacidades para el comercio. Aun así, son cautos a la hora de comercial, pues son conscientes de su reputación.
V. Lenguaje
El Thalassiano es la lengua nativa de los Altos Elfos y Elfos de Sangre, originado como una variante alternativa derivada del Darnassiano, el lenguaje de sus primos lejanos: los Elfos de la Noche. Razón por la cual algunas frases son similares aunque con un significado distinto. Asimismo, el Thalassiano es un lenguaje el cual se emplea tanto de manera escrita, como hablada, la cual varía en el acento en comparación con el Darnassiano.
Algunas frases típicas del Thalassiano son, por ejemplo:
Frase | Traducción | Uso o significado |
---|---|---|
Al diel shala | Viaja con cuidado | Despedida |
Anar’alah belore | Por la luz del Sol | Grito de batalla o expresión de sorpresa |
Anaria shola | Habla de tus negocios o asuntos | Saludo |
Anu belore dela’na | El Sol Eterno nos guía | Saludo |
Anar’endal dracon | Por el aliento del dragón | Expresión de sorpresa |
Ann’da | Padre | Nombre élfico del progenitor masculino |
Bal’a dash, malanore | Saludos, viajero | Saludo |
Ban’dinoriel | Guardapuertas | Título del manto mágico que protegía las puertas de Quel’thalas |
Band’or shorel’aran | Prepárate para decir adiós | Amenaza o expresión de batalla |
Bash’a no falor talah! | ¡Prueba el frio de la verdadera muerte! | Amenaza o expresión de batalla |
Belore | Sol | Nombre del astro reverenciado en la cultura Sin’dorei y quel’dorei |
Doral ana’diel? | ¿Cómo te va? | Saludo |
Dor shar’adore do shando | Estoy rodeada o rodeado de idiotas | Insulto u expresión de molestia |
Felo’melorn | Fogonazo | Nombre élfico de la espada rúnica encantada perteneciente a la Dinastía Sunstrider |
Kim’jael | Pequeña rata | Insulto |
Medivh | Guardián de los Secretos | Nombre élfico del ultimo Guardián de Tirisfal |
Minn’da | Madre | Nombre élfico del progenitor femenino |
Quel’dorei | Alto Elfo | Titulo distintivo de los Altos Elfos |
Quel’thalas | Alto Reino o Alto Hogar | Nombre del reino élfico |
Quel’serrar | Gran espada | Nombre de una de las dos espadas prismáticas forjada por los dragones y entregada a los Elfos de la Noche |
Quel’danil | Alto Valle | Nombre élfico del refugio forestal asentado en las Tierras del Interior |
Ronae | Pacifico | Nombre élfico con el cual se distinguía al antiguo reino de Lordaeron |
Selama ashal’anore | Justicia para nuestra gente | Grito de guerra |
Shindu fallah na! | ¡Ya están aquí! o ¡Nuestros enemigos ya están aquí! | Expresión de batalla utilizada para indicar que el enemigo se abre paso entre las filas y línea del Lamento de los Altonato |
Shindu Sin’dorei | Vencidos hijos de la sangre | Expresión de derrota y línea del Lamento de los Altonato |
Shorel’aran | Adiós | Despedida |
Sin’dorei | Elfos de Sangre o Hijos de la Sangre | Titulo distintivo de los Elfos de Sangre en honor a sus hermanos caídos durante la Caída de Quel’thalas |
Sinu a’manore | Bien hallado | Saludo |
Vendel’o eranu | Ayúdame a olvidar | Súplica |
VI. Organización política y liderazgo
Si bien en el pasado, durante su época como Altos Elfos, la organización política de los Elfos de Sangre era de una monarquía en donde el último Rey de Quel’thalas, Anasterian Sunstrider, reino por más de tres mil años, acompañado por un consejo de siete grandes señores élficos para dirigir el reino, conocido como la Convocación de Lunargenta. Tras la Caída de Quel’thalas, su organización política vario drásticamente: Aunque el Príncipe Kael’thas Caminante del Sol era el legítimo heredero al trono del Alto Reino, tras la muerte de su padre, este nunca reclamo, ni llego a portar la corona. En cambio, si se auto designó Señor de los Elfos de Sangre o Rey Sol. Asimismo, contrario al pasado, no revitalizo la Convocación y en cambio, si nombro a un Señor Regente para recuperar y dirigir el reino durante su ausencia.
No obstante, aunque técnicamente una monarquía, Quel’thalas ha habitado bajo un régimen de índole militar, donde no solo se ha propugnado un sentimiento exacerbado de nacionalismo puro y superioridad sobre el resto del mundo, sino que también un uso agresivo de la propaganda donde sus líderes son realzados como figuras salvadoras y silenciando, ya sea mediante el control mental u otras técnicas aún más drásticas, las cuales pueden incluir la muerte, a todo quien se atreva a cuestionar la estructura política, social o al propio Alto Reino en sí.
Actualmente, a pesar de la muerte del último de los Caminante del Sol y por ende, la extinción de su dinastía, Lor’themar Theron no ha reclamado la corona para sí mismo, manteniendo sus ocupaciones como Señor Regente en ausencia de un Rey y por ende, en el único líder absoluto por sobre los sin’dorei.
En conjunto al Señor Regente, actúan dos consejeros personales del mismo: Halduron Brightwing, Guardasbosques-General de Quel’thalas y consejero militar personal de Lor’themar. Y Rommath, Gran Magister de Quel’thalas y consejero diplomático, así como máxima autoridad arcana dentro de la sociedad élfica.
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