Hoy os traemos un nuevo artículo sobre un personaje de Azeroth, la biografía que traemos hoy es la de Varok Comlillosauro
Biografía de Varok Colmillosauro
Resumen
El Alto Señor Supremo Varok Colmillosauro es un veterano guerrero de la Horda que luchó en las tres grandes guerras entre la Alianza y la Horda. Formó parte del clan Roca Negra, como segundo al mando, y lideró a los ejércitos combinados de la Horda y Alianza en Ahn’qiraj, así como al ejército Kor’kron contra la Plaga en Rasganorte. Actualmente es el líder de los orcos de Durotar.
Veterano de las tres grandes guerras
Varok ha servido a la Horda como parte del Clan Rocanegra desde que bebió la sangre de Mannoroth junto a Grom Grito Infernal. También lideró las fuerzas que asaltaron y saquearon la ciudad de Shattrath y Ventormenta, todo ello sin haber perdido nunca una batalla hasta que la Horda fue derrotada al final de la Segunda Guerra.
Tras hacerse con el control de la Horda durante la Primera Guerra, Orgrim Martillo Maldito eligió a Varok como su segundo al mando tras descubrir sus capacidades tácticas tan eficientes en el campo de batalla. Tras el sacrificio de Grom Grito Infernal, que dio su vida para liberar a los orcos de la sed de sangre demoníaca, Varok ayudó a los veteranos a afrontar todas las atrocidades que habían realizado, llegando incluso a salvar la vida de muchos de ellos. Poco a poco la figura de Varok empezó a ser reconocida como uno de los veteranos más famosos de las tres grandes guerras.
A pesar de todas las atrocidades que había llegado a cometer a causa de la sed de sangre demoníaca, incluyendo asesinatos de muchos inocentes, Varok no quiere utilizar ese pretexto como excusa por lo que hizo ya que, como muchos otros, la decisión de beber la sangre de Mannoroth fue tomada libremente. Aún así, las atroces acciones realizadas bajo la maldición de la sed de sangre, lo persiguen hasta el día de hoy.
Como muestra de los remordimientos que lo atormentan, Varok ha dejado de comer carne de cerdo. Esto es debido al sonido que hacen los cerdos cuando están siendo sacrificados y que le recuerda a los gritos de los niños draenei. Este hecho es muy significativo, ya que la industria porcina es muy importante y su carne muy apreciada por los orcos. Aún incluso con todos esos remordimientos, Varok no rehusará el defender a su pueblo y a la Horda, ni huirá jamás del campo de batalla, aunque si que se negará a iniciar una guerra e intentará por todos los medios que cualquier personaje belicista lo haga.
Su hermano Broxigar viajó a través de las líneas temporales hasta los eventos de la Guerra de los Ancestros y falleció tras una dura batalla contra la Legión Ardiente. Su compañera murió durante la apertura por primera vez del Portal Oscuro y fue incinerada en Nagrand. Su hijo Dranosh vivió en Nagrand hasta los sucesos relacionados con el Rey Exánime en Rasganorte.
Después de la Tercera Guerra
Tras el fin de la Tercera Guerra, Varok ejerció de consejero de Thrall en el Valle de la Fuerza, en Orgrimmar. Entre otras cosas, fue el encargado de anunciar la muerte de Nefarian cuando los aventureros le trajeron su cabeza cortada.
Durante el evento de la apertura de las Puertas de Ahn’qiraj, Varok viajó hasta Silithus en representación de la Horda y actuó como Comandante Supremo del Poder de Kalimdor, un ejército combinado de la Horda y la Alianza contra los silítidos y los qiraji.
La caída del Rey Exánime
Varok fue el encargado de acompañar a Garrosh comandando la Expedición de la Horda en Rasganorte, con base en el Bastión Grito de Guerra de Tundra Boreal, para derrotar al Rey Exánime.
Durante la Batalla de Angrathar, conocida como Puerta de Cólera y principal puerta de acceso a Corona de Hielo, se produjo la muerte de Dranosh, su único hijo, tras un intento suicida de este por acabar con Arthas. La Agonía de Escarcha acabó fácilmente con su vida y su alma fue consumida por la hojarruna. Varok solo pudo recuperar su armadura destrozada, gracias a los héroes.
En ese momento se produjo la traición del Gran Apotecario Putress que inundó el campo de batalla con su nueva peste, que afectó tanto vivos como a no-muertos. Este suceso desembocó en la Batalla por Entrañas, donde Varok se lamentaba junto a Thrall de la rotura del tratado de paz entre la Horda y la Alianza.
Aunque lo habían dado por muerto, el destino del hijo de Varok fue ser resucitado por Arthas y convertido en Libramorte Colmillosauro, quien formó parte de la última defensa de la Ciudadela Corona de Hielo, el bastión donde se refugiaba el Rey Exánime en su Trono Helado. Hasta allí se desplazaron el Veredicto Cinéreo y la Guardia Kor’kron, incluido Varok. Suyo fue el cometido de comandar el Martillo de Orgrim durante la batalla naval para, posteriormente, tener que enfrentarse con su propio hijo, levantado con los poderes nigrománticos del Rey Exánime. Tras derrotarlo, Varok reclama su cuerpo y, llorando, le promete un entierro digno en Nagrand, junto a las piras de su madre y sus ancestros.
Un nuevo Jefe de Guerra
Tras los sucesos de Rasganorte y con Garrosh convertido en Jefe de Guerra en sustitución de Thrall, Varok decide permanecer en el Bastión Grito de Guerra, debido a sus diferencias con el joven orco. Allí ejerce como líder de la Ofensiva Grito de Guerra y la Expedición de la Horda.
Varok permanece en Rasganorte durante todos los sucesos relacionados con el Cataclismo y Alamuerte, pero regresa para derrocar a Garrosh durante el Asedio de Orgrimmar, ayudando a Vol’jin a liderar el asalto. Tras el enfrentamiento con las tropas Kor’kron, a las que lideraba hasta hace poco y ahora dirigidas por Nazgrim, consiguió abrirse paso en la búsqueda del Jefe de Guerra. Sin embargo, fue herido durante el avance insistiendo en que Thrall y los héroes continuasen sin él. Tras la caída de Grito Infernal, se reúne con los héroes y les pregunta por el destino de Nazgrim, llegando a lamentarse por su pérdida y alabando lo buen guerrero y líder que había sido.
Tras ello, Varok se deja ver en ocasiones por Muro de Hielo, en la versión alternativa de Draenor, para informar de las distintas amenazas que se pueden encontrar por la zona.
El retorno de la Legión Ardiente
Ya de regreso en Orgrimmar, Varok se convierte en el comandante supremo de las defensas de la capital de la Horda. Después de la Batalla por la Costa Abrupta, cerró las puertas del Fuerte Grommash salvo para algunos elegidos, permitiendo la entrada de los héroes para observar al moribundo Vol’jin. Tras la muerte de este, Varok estuvo presente en el funeral en honor al trol en el Bloqueo Dranosh’ar y durante el nombramiento de Sylvanas como Jefa de Guerra. Tras esto, Varok conservó su puesto en el Fuerte Grommash, gobernando en Orgrimmar como líder de los orcos y comandando la defensa de los Baldíos del Norte durante la invasión de la Legión en El Cruce.
Una guerra en ciernes
Varok se reúne con Sylvanas para discutir sobre una estrategia que asegure el futuro de la Horda, atacando a la Alianza. Aunque duda en un principio, la lógica de la Jefa de Guerra consigue convencerlo y se encarga de diseñar un plan que permita a la Horda atacar Teldrassil para abrir un cisma entre las naciones de la Alianza.
Colmillosauro coloca agentes por todo Vallefresno, listos para atacar los puestos avanzados de los kaldorei cuando reciban la orden. Mientras se encuentran esperando, Varok descubre un grupo de espías en Orgrimmar que trabajan para la Alianza pero, en lugar de cazarlos y acabar con ellos, decide engañarlos con información falsa, haciéndoles creer que existe un clima de tensión y ruptura con Sylvanas y Nathanos, así como que la Jefa de Guerra ha ordenado a sus tropas en Silithus que protejan a toda costa la azerita, el nuevo y misterioso mineral descubierto recientemente.
La Alianza cae en la trampa y envía a su flota, mientras que Colmillosauro lleva a la Horda a través de Vallefresno. Apostando por la victoria, Sylvanas lo envía junto a Nathanos con un contingente de tropas, a través de Frondavil, a atacar Costa Oscura desde el norte. La táctica resulta todo un éxito y la Horda se hace con el control de la zona.
Cuando la lucha está llegando a su final, Sylvanas se enfrenta cara a cara con Malfurion. Cuando este está a punto de derrotar a la Jefa de Guerra, aparece Varok y golpea al líder kaldorei por la espalda dejándolo muy debilitado. Sylvanas agradece el gesto de Colmillosauro ofreciéndole la posibilidad de ejecutar él mismo a Malfurion y dejándolo solo para cumplir su cometido, pero Varok duda y al final rehúsa acabar con su vida ya que no sería un acto honorable por su parte. En ese momento aparece Tyrande Susurravientos a rescatar a su pareja y lo deja incapacitado.
Varok regresa con Sylvanas, pero sin la cabeza de Malfurion, lo que provoca la ira de la Jefa de Guerra. Su plan de acabar con el líder kaldorei para minar la moral de los elfos nocturnos se acababa de truncar, por lo que decidió dar un golpe de efecto quemando Teldrassil, en lugar de capturarlo. Ante este suceso, Colmillosauro califica sus actos como deshonrosos.
La Batalla por Azeroth
Varok fue uno de los generales de la Horda que estuvo bajo el mando de la Jefa de Guerra Sylvanas durante la defensa de Lordaeron del asedio de la Alianza. Cuando Brisaveloz comenzó a reunir a la Horda para hacer retroceder a la Alianza, Varok tomó un estandarte de la Horda y lideró la carga, logrando asestar un golpe al propio Anduin Wrynn, Rey de Ventormenta y líder de la Alianza, llegando incluso a derribarlo. Solo la intervención de Genn evitó la caída del líder humano. Los soldados de la Alianza comenzaron a retroceder a medida que caían, lo que obligó al Rey Anduin a intervenir, conjurando una cúpula sanadora sobre sus tropas. Gracias a esto, su ejército se recuperó y la batalla pudo continuar con la neutralización de las máquinas de guerra de azerita de la Horda.
En ese momento, Sylvanas ordenó liberar el añublo sobre el campo de batalla, a lo que Varok se opuso. Esta acción afectaría a las propias tropas de la Horda y Colmillosauro no podía permitir un acto tan deshonroso. Aún así, el añublo fue liberado atrapando a las tropas de ambas facciones y Sylvanas levantó a los muertos como esqueletos para que se enfrentaran a las tropas restantes de la Alianza. Colmillosauro recriminó duramente los actos de la Jefa de Guerra por ser carentes de honor y ella respondió que el honor no significa nada para un cadáver.
Varok decidió no seguir a Sylvanas y aguardó la llegada de los líderes de la Alianza para enfrentarse a ellos y morir con honor. Ante su sorpresa, Anduin le perdonó la vida y fue detenido y enviado a las Mazmorras de Ventormenta.
Durante su estancia recluido, la Horda se infiltra en la prisión, pero Colmillosauro se niega a escapar con ellos, eligiendo quedarse atrás.
La huida de Varok
Durante una charla con Anduin en la celda en la que lo mantenía recluido, Varok le confiesa sus discrepancias con Sylvanas y su temor a que acabe destruyendo la Horda, así como su confianza en que pudiera detenerla. Anduin le dice que sin ayuda no será capaz y deja la celda abierta, permitiéndole escapar.
La huida de Varok llega a oídos de Sylvanas, que envía al adalid junto a la Forestal Oscura Lyana en busca de pistas de su paradero. Sylvanas no quiere que caiga en manos de la Alianza de nuevo. Siguiendo las pistas, el aventurero se encuentra con Zekhan, justo después de que Lyana regrese junto a la Jefa de Guerra, y le revela el paradero de Colmillosauro además de avisarnos de que Sylvanas lo quiere muerto. El trol le ofrece al adalid la posibilidad de defender a Varok y traicionar a su Jefa de Guerra.
Varok se encuentra en una granja cercana y hasta allí se desplaza la Forestal Oscura Lyana junto a un destacamento con la misión de asesinarle, pero gracias a la ayuda del adalid los asesinos son neutralizados y Varok escapa.
La liberación de Baine
Colmillosauro se dirige a Nagrand para conseguir la ayuda de Thrall pero, durante el encuentro con el antiguo Jefe de Guerra, aparecen dos mortacechadores que intentan asesinarlos. Tras derrotarlos, Thrall ofrece su apoyo a Varok y juntos se dirigen a liberar a Baine, que está encadenado en las mazmorras inferiores de Orgrimmar. Allí se encuentran con Jaina y otros líderes de la Alianza con los que colaboran en la liberación del tauren.