Los juegos han ayudado a esta compañía a mantenerse como líder en su sector.
Tal vez no todo el mundo lo recuerde, pero a estas alturas del año, en 2022, Netflix tuvo una auténtica crisis por la pérdida de suscriptores. Ese año fue muy duro para la compañía, especialmente en la primera mitad. El primer trimestre perdía unos 200.000 clientes. Y el segundo fue aún peor. Sin embargo, para final de ese 2022 se estabilizó la situación y fue capaz de remontar y acabar, incluso, con más suscriptores que antes de esta crisis. ¿Las razones de este giro? En realidad son variadas.
Innovando en el ocio
Pero Netflix tiene que reconocer que hubo un factor que le ayudó considerablemente, algo que ya había empezado a finales de 2021 y que se consolidó durante el 2022. Su apuesta por los videojuegos.
En septiembre de 2021 tuvo la iniciativa de incluir estos juegos en su catálogo. Eran juegos muy sencillos que sus clientes podían descargar en los móviles y las tabletas. Y lo más importante, eran gratuitos. En la era en la que se multiplican las búsquedas de casino bono sin depósito y los entretenimientos de acceso libre, ofrecer juegos gratis a los suscriptores era una buena idea. Claro que no todo el mundo lo acabó de entender. ¿Por qué esa empresa de contenidos en Streaming se metía en ese mercado?
Pues porque Netflix se dio cuenta de que no sólo competía con otras plataformas de series y películas. En realidad, estaba compitiendo con todo el ocio digital. El tiempo de los consumidores era limitado y, en sus ratos libres, tenían que decidir si veían una producción de cine, jugaban a un juego o se dedicaban a comunicarse mediante las redes sociales. Ofrecer más opciones de ocio en su catálogo era dar un paso adelante. Pero esta iniciativa tardó en cuajar. Al principio, no representó un revulsivo; pero, con el paso de los meses, empezó a obtener sus frutos. Hoy, esta oferta de juegos se ha ampliado y ya incluye títulos de bastante mejor calidad.
La empresa californiana no es la única que ha entendido este concepto del ocio global. Amazon ya trabaja en esta línea desde hace tiempo. Los clientes de Amazon Prime tienen Prime Video; pero, también, acceden a Prime Gaming, con una variada oferta de juegos disponibles. Y el éxito de la iniciativa de Netflix les ha empujado a potenciar esta opción. Es más, para cubrir más territorio, también incluyen alguna suscripción a canales de Twitch; de esta forma, la visión ya es de 360º. En cambio, otras plataformas, como HBO Max, no han entrado en este terreno y siguen centradas en las producciones audiovisuales.
Los videojuegos como temática
Pero incluir los videojuegos en su oferta no es la única sinergia entre ambos mundos. La temática de estos entretenimientos ha ayudado mucho a Netflix. En noviembre de 2021 estrenaba la serie Arcane.
Sin el éxito de esta producción, sin duda, el primer semestre de 2022 hubiese sido aún peor. Y es que Arcane fue una auténtica revolución. No sólo aprovechaba la trama argumental de uno de los videojuegos más populares del mundo, League of Legends. Además, creaba un producto que rozaba la excelencia. Y los numerosos premios obtenidos atestiguan este hecho (incluyendo Emmys).
Tras este éxito, Netflix comprendió que debía seguir explotando esta temática. Antes de Arcane ya se había introducido en este mundo, con series muy bien valoradas, como Castlevania. Pero ahora era el momento de meterse de lleno. Algunas producciones, como la adaptación del juego Diablo, no vieron la luz. En cambio, otras como Dota: Sangre de Dragón o The Witcher, se convirtieron en piedras de toque de la plataforma; especialmente, en el segundo caso. Si aprovechar un universo creativo, como hicieron en Marvel, daba un gran resultado, ¿por qué no sacar partido de tramas y personajes ya existentes en los videojuegos?
La temática de los videojuegos permitía, por otra parte, conectar con un público joven, muy interesado en este género; le aportaba clientes fieles y repercusión en las redes sociales. Hoy, Netflix se mantiene en su reinado de las plataformas de Streaming y consiguió recuperarse de una profunda crisis. Los motivos son variados, pero es innegable que su apuesta por los videojuegos tuvo un importante peso en el resultado final.