Charles Fey falleció a los 82 años en San Francisco. Era el año 1944 y este mecánico de origen alemán pasaba a la historia como el inventor de las máquinas tragaperras. No fue su única aportación a la sociedad, pero el éxito de este juego, capaz de conquistar y entretener a tantas generaciones, le situó en un sitio destacado de la historia de los juegos de azar.
Las máquinas tragamonedas (como también se conoce a este juego) es un caso de éxito. Un juego de azar de siempre capaz de adaptarse a los nuevos tiempos y convertirse en una opción de ocio entre unas nuevas generaciones muy digitales. La razón de este éxito se encuentra en varios pilares.
A saber: aprovechar el impulso de las nuevas tecnologías; mantener su esencia en la dinámica del juego, siempre con partidas rápidas; y sin necesidad de saberse unas normas o combinaciones. Ni siquiera unas estrategias profundas. Un juego apto para todas las personas. Mayores y pequeños. Y todo basado en los designios del azar, cuyo protagonismo sigue inalterable a pesar de los diferentes estudios matemáticos que han buscado consejos mágicos para apuntarse una partida.
De tragaperras a slots
Esta evolución aún está inconclusa, porque este juego continúa abrazado a los avances tecnológicos que están implementándose en el ocio (realidad aumentada y virtual, por ejemplo) y que irán surgiendo en los próximos años. Una época de cambios, o de adaptación, que ha propiciado hasta un cambio de nombre en este juego: de tragamonedas o tragaperras a los slots online que causan sensación entre los jóvenes.
Ésta es otra razón del éxito de este juego. No su cambio de nombre, sino sus innovaciones en cuanto a temáticas, sonido y otros efectos que han contribuido a ese efecto de crecimiento. Porque no estamos ante un caso de simple adaptación, sino de aumentar en miles de jugadores. La digitalización ha posibilitado que este juego llegue a un mayor número de personas. Ahora, se puede acceder y jugar desde cualquier dispositivo. Y organizar partidas con personas de cualquier lugar del mundo.
Como decíamos anteriormente, esa tecnología ha impulsado los todoslots entre los jóvenes. ¿Y en qué consiste? se preguntará esa persona senior que, en sus tiempos de juventud, disfrutaba de estas máquinas en los bares, el único sitio en el que se podía jugar, así como en las salas de juegos. Básicamente no hay mayor cambio que un nuevo nombre: slots.
Nuevas temáticas y sonidos
O quizá sí, porque ahora, esos símbolos de las frutas (con los limones como referencia) comparte protagonismo con otros diseños que abarcan desde sitios icónicos del mundo a caras de personajes famosos. Todas las temáticas tienen cabida en este juego. Y esa música, ese soniquete que atraía a los jugadores de los bares o salas de juego ha dejado su sitio a otras músicas más modernas, según los gustos de los jóvenes. Y los efectos que posibilita la tecnología en las partidas online era un recurso impensable hasta hace una década. Y más aún con las inminentes mejoras virtuales y de una mejor experiencia de usuario. ¡Hay que cumplir con las demandas tecnológicas de los jóvenes!
La tecnología, sin embargo, no ha conseguido modificar la dinámica de este juego, al contrario de lo que ha sucedido con otros juegos. Ni siquiera nuevas variantes. El juego se basa en hacer coincidir símbolos iguales en una misma tirada. Todo queda en manos del azar. Y esta forma de juego que invento Fey ha causado sensación entre los jóvenes, poco dados a aprenderse un sinfín de reglas o estudiar combinaciones o templar nervios.