Ahora que Crisol de Tormentas ha salido en los reinos en vivo los jugadores han descubierto unas nuevas misiones tras concluir la banda que nos cuentan más sobre la historia de Battle for Azeroth y que enlaza con lo que ya conocemos sobre la llegada en el 8.2 a Nazjatar.
Antecedentes
Anteriormente ya hemos visto toda una cadena de misiones donde Xal’atath, la daga del Imperio Negro nos engaña para que le ayudemos a hacer un ritual que despierta a N’Zoth. N’Zoth permite al ente que habita dentro de la propia daga y que nos ha manipulado libre de su cautiverio dentro de la misma.
Nosotros recibimos un regalo del Dios Antiguo, por el cuál ve todo lo que hacemos y que el jugador tiene que tomar la decisión si dejárselo o no puesto.
Si quieres conocer más sobre la cadena previa echa un vistazo a nuestro artículo: Cadena de misiones del Crisol de Tormentas | Misiones de Xal’atath en el Parche 8.1.5
Misiones finales del Crisol de Tormentas [SPOILERS]
Cuando Xal’atath es liberada la Daga del Imperio Negro es dejada en el Crisol para una tarea que N’Zoth necesita hacer con ella. Cuando los jugadores derrotan a Uu’nat Presagista del Vacío, último jefe del encuentro, N’zoth nos hablará.
N’Zoth grita: Sí… Vosotros sois los que estaba buscando. Los que inclinarán la balanza.
N’Zoth grita: Recibid ahora el mayor don de todos. Mi sueño es ahora el vuestro. El círculo de estrellas hecho carne.
N’Zoth grita: Ella os mostrará el camino. Venid… venid. Se acerca la hora en la que todos los ojos se abrirán.
La daga aparece en el suelo de la sala y tendrá una misión para nosotros. La misión variará según seamos Horda u Alianza.
» Horda
Cuando el jugador Horda se acerca a la daga recibe la misión La hoja negra que nos pedirá que llevemos la daga a la mismísima Jefa de Guerra Sylvanas Brisaveloz.
La hoja negra
<La hoja anteriormente conocida como Xal’atath permanece en el aire ante ti. Aunque la entidad que residía en la daga ha desaparecido, aún rezuma poder.
Es como si el arma hablase con otra voz, con otro propósito…
Sientes la obligación de llevar este artefacto a la jefa de guerra>.
Cuando cogemos la misión N’Zoth dice una última frase:
N’Zoth susurra: El anochecer revela su verdadero rostro. Ella solo traerá ruina.
Nos dirigimos al Fuerte Grommash para hablar con la Reina Alma en Pena en Orgrimmar y entregamos la misión.
<Al entregarle la daga a Sylvanas, se dibuja una débil sonrisa en sus labios. Sus ojos parecen oscurecerse durante un instante. Das por hecho que es un efecto de la luz>.
Una vez más has demostrado tu valía, Epsilon. Esta hoja es la brújula que nos guiará a la victoria.
Tras entregar la misión Sylvanas tendrá una charla con nosotros:
Lady Sylvanas dice: La Alianza cree que al acabar con Rastakhan y diezmar la flota de los Zandalari nos ha vencido, y que la Horda no tardará en derrumbarse.
Lady Sylvanas dice: Idiotas. El niño rey ha mentido, a su pueblo y a sí mismo. No tiene ni la más mínima idea de a qué se enfrenta.
Lady Sylvanas dice: La guerra tiene vida: se retuerce y crece, girando y cambiando hasta que se revela su forma definitiva.
Lady Sylvanas dice: Esta guerra está a punto de cambiar una vez más. Y será esta daga la que nos lleve a la victoria.
» Alianza
Cuando el jugador Alianza se acerca al eco de donde estuvo la daga recibe la misión La hoja desaparecida que nos pedirá que llevemos la daga a la mismísima Jefa de Guerra Sylvanas Brisaveloz.
La hoja desaparecida
<El eco de la hoja Xal’atath permanece ante ti. Aunque la conciencia que residía en la daga ha desaparecido, el lugar que ocupaba aún rezuma poder.
Ahora notas que el arma habla con otra voz. Que tiene otro propósito…
Sientes la obligación de advertir al rey de que es posible que ahora la daga esté en manos del enemigo>.
Nos dirigimos al Castillo de Ventormenta para hablar con el Reyn Anduin y entregamos la misión.
<Le hablas a Anduin de Xal’atath y de N’Zoth. Le cambia el rostro>.
Son noticias nefastas.
La Alianza tiene la victoria al alcance. Si la Reina Alma en Pena ha oído hablar de una nueva arma, la usará para que la guerra dure indefinidamente.
Tras entregar la misión Anduin Wrynn tendrá una charla con nosotros:
Anduin Wrynn dice: Cuando Sylvanas Brisaveloz se convirtió en jefa de guerra, sabía que no seríamos amigos…, pero no quería ser su enemigo. Luego llegó la masacre de Arathi… y la quema de Teldrassil.
Anduin Wrynn dice: Está claro que no lucha por Azeroth. Ni siquiera lucha por la Horda. Está en guerra contra la vida misma.
Anduin Wrynn dice: Estamos a punto de poner fin a este conflicto y de forjar una paz duradera, pero si Sylvanas descubre una nueva arma que le permita seguir luchando…
Anduin Wrynn dice: No. Debemos averiguar qué busca… y detener la locura que está planeando desatar contra nosotros.