in

Historias de Azeroth: Druidas de la Manada (Parte 1)

Mitad lobos, mitad humanos, los huargen son los miembros de la alianza más salvajes, aunque no siempre fueron las criaturas que conocemos hoy en día. Son las víctimas indirectas de una terrible guerra ocurrida mucho tiempo atrás, concretamente nos referimos a una guerra entre los malvados sátiros y los elfos de la noche, conocida como “La Guerra de los Sátiros”.

Los Druidas de la Manada

Guerra de los SátirosAntes de empezar, conviene hablar un poco sobre un personaje que tomó parte en la lucha contra los demonios de la Legión Ardiente, en la Guerra de los Ancestros, el ancestro lobo Goldrinn. Este, con forma de un enorme lobo blanco, dio su vida en la lucha contra los demonios, pero Goldrinn luchaba con una furia y un salvajismo excesivo, ni siquiera la Diosa Elune lo aprobaba. Como muchos druidas que utilizaban forma de animales, algunos tomaron la forma de lobo para luchar contra los demonios y aliados que quedaron tras esta guerra. Estos druidas son conocidos como los Druidas de la Manada, pero tras ser incapaces de controlar por completo esta forma, se exiliaron de los demás elfos.

Según nos cuenta un misterioso personaje en el cómic «La maldición de los worgen» de Micky Neilson, todo empezó cuando los elfos de la noche tenían serios problemas para contener a sus enemigos los sátiros, aliados de los demonios de la Legión Ardiente. Los druidas habían probado todas las formas posibles para derrotarlos, pero una de ellas la tenían terminantemente prohibida, la forma de la manada del ancestro Goldrinn, ya que era demasiado poderosa y salvaje para controlarla. Los druidas debatían entre ellos si aunque peligrosa e inestable, esta forma era la solución a la guerra, Malfurion recordaba a todos que esa forma era incontrolable y no permitió su uso. No obstante, en una batalla, dos compañeros druidas, llamados Arvell y Ralaar Colmillo de Fuego, se encontraban acorralados entre hordas de sátiros, e infringiendo la norma, adoptaron la forma de la manada convirtiéndose en dos enormes lobos que lograron abrirse camino entre los sátiros. Desgraciadamente, no pudieron controlarla del todo, y antes de que el Archidruida Malfurion Tempestira los dejara sin sentido, mataron a varias forestales en su desenfreno.

BelysraAunque quedó probado que esta nueva forma era una clara ventaja frente a los sátiros, el Archidruida seguía sin permitir usar esta forma. Arvell acató esta prohibición inmediatamente, pero Ralaar no compartía la misma opinión, fue en busca de druidas de la manada con los que luchar contra los sátiros y dar por finalizada la guerra. Esta prohibición le salió muy cara a Arvell, ya que paseando por el bosque con su amada Belysra Brisa Estelar, cayeron en una emboscada de los sátiros, Arvell se negó a usar la forma de lobo, cayendo en combate. Belysra también estaba acorralada, pero entonces, Ralaar transformado en lobo aparece para salvarla, matando a todos los sátiros y demostrando que esa forma constituía una ventaja en la guerra. Pero Ralaar sabía que esta forma era imposible de controlar, y necesitaba encontrar una solución a este inconveniente.

La “solución” al problema

HuargenRalaar rápidamente buscó la que creía solución a este problema, debía hacerse con el bastón de Elune y juntarlo con el colmillo de Goldrinn, la posesión más valiosa de los druidas de la manada, para crear la Guadaña de Elune, un poderoso artefacto que teóricamente aplacaría la furia de esta poderosa forma. El problema era que el bastón de Elune estaba en poder de las sacerdotisas de la Luna, fuera de su alcance. Entonces utilizó a la amante de su amigo Arvell, la sacerdotisa Belysra Brisa Estelar. La convenció para que le llevara el bastón. Belysra accedió y se reunió con Ralaar en el bosque, pero lo que vio allí fue una enorme cantidad de druidas de la manada con Ralaar como su líder. Al juntar el colmillo de Goldrinn con el bastón de Elune, crearon la Guadaña de Elune, pero la Diosa no aceptaba a Goldrinn por su extremo salvajismo y en vez de aplacar la furia de los druidas, los convirtió en lo que conocemos hoy como huargen, criaturas mitad humanoides, mitad lobo, esclavos de sus instintos primarios; Belysra huyó con la Guadaña, y Ralaar se convirtió en el “Alfa Prime”.

Aunque los huargen ayudaron con la guerra contra los sátiros, seguían sin poder controlar su salvajismo y al final se volvieron contra amigos y enemigos por igual, contagiando la maldición. A su pesar, el Archidruida Malfurion Tempestira exilió a los huargen al Sueño Esmeralda, y así permanecieron en un sueño ininterrumpido bajo un árbol muy similar al actual Nordrassill.

 

 

Written by Zashy

Deja una respuesta

Problemas de la App de Battle.net en Windows XP

Retratos de Azeroth: Med’an